El amor está donde uno menos lo imagina y el príncipe azul no es el que nosotras esperamos. Tal vez ese hombre casi perfecto, de ojos bonitos, por el que todas tus amigas mueren, no sea de tu interés y prefieres fijarte en su hermano, unos años mayor, pero con una mentalidad y una visión inspiradora de la vida.
Michael Douglas y Catherine Zeta-Zones, Bruce Willis y Emma Heming. Mi hermana y su esposo 10 años mayor o mi jefe y su esposa 15 años menor. ¿Qué tienen en común? A todos les une un factor: la diferencia de edad. Para ellos, eso no es un obstáculo en el amor.
Apartando a un lado los tópicos y las frases del tipo “ el amor todo lo puede” o “con amor todo es posible” ¿Puede una relación ser satisfactoria y duradera habiendo entre sus miembros una amplia diferencia de edad? ¿Existe el éxito en estas parejas?
Muchas veces he escuchado de una gran cantidad de personas, de canciones, novelas de literatura romántica, que comunican que el amor no mide edades, y en cierto sentido es una realidad, porque lo que sucede en general es que la gente olvida que el amor tiene un sentido del significado amplio y profundo, que no debe medirse al deseo sexual, al interés de personalidad e incluso al número en la cuenta de otra persona.
En la actualidad, y a pesar de la palpable evolución en los códigos y normas sociales, todavía existen algunas restricciones. “Si el hombre es hasta 10 años mayor que la mujer, no suele haber problema. A nivel social, está bien aceptado”, señala Antonio Bolinches, psicólogo especialista en terapia de pareja y miembro de la junta directiva de la Federación Española de Sociedades de Sexología (FESS). Pero si el hombre es 20 años mayor, aquí si hay un salto generacional y la sociedad lo ve como algo negativo. Todavía no está aceptada tanta diferencia de edad entre ambos. Y por último, “si el hombre es entre 10 y 20 años mayor, dependerá de las particularidades de las partes”, explica este especialista en sexología, autor de los libros Amor al segundo intento y Sexo Sabio, donde aborda factor de las relaciones.
El amor no tiene edad. Me costaba creerlo cuando apenas tenía 18 años. Ahora que tengo más de edad, me doy cuenta que a los 18 años no sabía qué es el amor. Conforme pasa el tiempo se te va haciendo más claro aquello de que “Amar no es mirarse el uno al otro; es mirar juntos en la misma dirección”.
Muchas cosas en la vida me han aterrorizado, excepto el tener una relación con alguien mayor que yo. Eso para mí, resultó ser la mejor aventura de amor en vida, que me trajo no una, sino miles de satisfacciones. Entre compañía, amor, sexo y pasión, se añade el hecho de compartir experiencias en el mismo camino y crear una vida sin berrinches, ni pataletas, sino con ideales, que no son espejismos.
“Cuando él es mayor en una relación”, estas relaciones se han dado en todas las épocas y socialmente no está mal visto, aunque para muchos levanta sospechas sobre el interés que una mujer joven puede tener en un hombre adulto. La mujer joven que se siente atraída por un hombre maduro, suele ser por la experiencia, sabiduría, estatus social o poder que posee. Busca la protección y estabilidad que un hombre adulto puede ofrecerle y le admira por la sabiduría y experiencia que da el paso de los años.
Otoño en mi vida que se mezcla con mi dulce primavera. Él guarda un verano, que cuando me mira me quema. Es cierto, ¡quema y quema bien! Y yo ya estoy quemada.
El amor tiene diferentes rutas. Si alguien afirma que la diferencia de edad hace que el amor se deslice por el acantilado, es porque no se ha subido a la montaña rusa del amor y por ahí, no va la cosa…
El amor es esa atracción involuntaria hacia una persona y voluntaria aceptación de esa atracción. El amor no tiene edad, pero sí los enamorados. Hay edades en las que se actúa con decisión involuntaria, ya sea impulsiva o pasionalmente. Por ahí, sí va la cosa…