“Aquel que juega torpemente con sogas termina ahorcado” Alan García Pérez, jugó durante varias décadas a tirar la piedra y esconder la mano. Como favorito de Víctor Raúl Haya de l Torre; en sus años jóvenes logró el favoritismo de la cúpula de Alfonso Ugarte, en virtud de su permanente cercanía al gran gurú del aprismo y su estrella de las 5 puntas ideológicas, hoy totalmente inexistente al igual que la paloma, la marsellesa (himno de Francia) y los batallones de niños y jóvenes con boinas rojas que ya nadie recuerda.
Todo tiempo pasado fue mejor, me refiero a los militantes que se enorgullecían de pertenecer a un gran partido político; hoy, comprensiblemente miran hacia otro lado y una triste mueca les ensombrece el rostro.
¡Adiós mundo cruel! Fueron tal vez las últimas palabras de Alan García Pérez; al cruzar los umbrales de la residencia del embajador Uruguayo en Lima, que tendrá que soportarlo con mujer e hijos durante 36 meses.
Cuando muy joven me enteré de lo importante que era para este país tener un partido fuerte, bien organizado, y si no me mintieron; más del 60% eran apristas; Víctor Raúl era un ícono en la política nacional, un Trujillano nacido en cuna dorada de familia pudiente, pero inclinado a servir al populorum. No alcanzó a seguir estudios universitarios, pero poseía una mente lúcida y un gran espíritu batallador, muchas universidades le otorgaron el Honoris Causa entre otras distinciones.
Por iniciativa del genial fundador del Apra, cinco jóvenes fueron enviados a Europa, Alva Castro, y Alan García Pérez, Víctor Polay C., entre otros, recibieron tal honor y beneficio, solo que no lo supieron aprovechar, en el caso de Alan García Pérez, se casó sin haber concluido la carrera de Derecho, se vino al Perú, tampoco optó a titulo alguno y a su llegada al Perú, le pagó mal al Apra, creó
, formó y fundó, el MRTA. Parece, ser que L. Alva C.; si se graduó de abogado, el único de los 5.
Con la desaparición física de Víctor Raúl Haya de la Torre; el aprismo empezó a trastabillar, dejó de ser un proyecto político destinado a luchar por el Progreso y Desarrollo de los pueblos del Perú.
Alan García Pérez; y sus adláteres se apoderaron del logotipo y empezaron a usarlo como bien propio; adiós partido, adiós pueblo.
Los del Castillo, los Quesadas, los Velásquez Quesquén, los Mulder, y entre otras; la achacosa tía Meche que entre desmayos aún tiene fuerzas para orar por la estrella.
La Muerte es parte integrante de lo que conocemos por; Vida, es un proceso inevitable, todo lo que nace vive, se reproduce y Finalmente Muere.
Si por un portentoso é increíble milagro, resucitara el Sr. Víctor Raúl Haya de la Torre, en estos momentos cruciales para el partido que fundara; con toda seguridad que previas convulsiones se volvería a morir.
En los instantes finales de su vida política, Alan García Pérez, nos ha confirmado que fué un ser predestinado para actuar con niveles muy altos de; Falsedad, Hipocresía y gran Cobardía al huír con el rabo entre las piernas; por segunda vez, de la Justica peruana.
Algunas televisoras siguen repitiendo sus declaraciones; “es una gran satisfacción continuar viviendo aquí en el Perú, por 12,18 meses” Debe ser muy duro soportar el odio y el desprecio de treinta millones de peruanos “REQUIESCAT IN PACE ALAN”