La Organización Mundial de la Salud (OMS) declaró ayer viernes una nueva mutación del coronavirus clasificada como “preocupante” y que lleva el nombre de “ómicron”.
La variante fue reportada a la OMS por primera vez desde Sudáfrica el pasado 24 de noviembre. También fue identificada en Botswana, Bélgica, Hong Kong e Israel.
Esta nueva variante ha generado la preocupación de los científicos y gobiernos debido a su “número extremadamente alto” de mutaciones. Tiene un total de 50 mutaciones, casi el doble que la variante Delta, la cual predomina a nivel mundial.
El director del centro de repuesta a las epidemias de Sudáfrica, Tulio de Oliveira, resaltó que esta nueva variante “parece extenderse muy rápido y en menos de dos semanas domina todas las infecciones” en el país de África.
Algunas de las mutaciones que presenta la ómicron ya se vio en variantes anteriores como alfa y delta, identificadas en Reino Unido e India, respectivamente.
Asimismo, la mayoría de estas alteraciones son inocuas, pero algunas pueden volver al patógeno más contagioso o resistente al sistema inmunitario, como sucedió con otras variantes.