Karen Cotrina y Paolo López son quizás la pareja de jóvenes luchadores sociales más conocida en la
región San Martín. Ambos se caracterizan por su capacidad de indignación frente a la injusticia y es
precisamente esa indignación lo que dio lugar a que se conocieran. Karen declara sin medias tintas su filiación izquierdista comprobada en múltiples ocasiones desde que era una estudiante de Derecho en la UPAO de Trujillo, cuando participó contra la dictadura fujimontesinista en la Marcha de los 4 Suyos. Paolo López, por su parte, se reveló como un líder antisistema cuando a consecuencia de circunstancias que involucraban la corrupción enquistada en el Poder Judicial, inició demostraciones públicas de indignación en que su propio cuerpo manifestaba la opresión que viven los peruanos, en lo que podríamos denominar “el lenguaje de las cadenas” cuando cubriéndose del color de la sangre y de cadenas en el cuerpo
expresaba el dolor y la ira de los “sin voz”, consiguiendo que varios magistrados corruptos fueran
emovidos. Paolo y Karen están casados hace cuatro meses y parece ser uno de esos casos en que el amor surge en medio del fragor de las batallas.
¿Ustedes eran y siguen luchadores sociales, pero en caminos diferentes ¿Cuál fue la encrucijada en que se conocieron?
Karen y yo nos conocimos cuando participábamos en el paro del Frecides contra el monopolio notarial en marzo del 2014. Fue en ese momento que nos dimos cuenta que nuestros caminos, que iban paralelos, ya no podrían separarse.
Karen, tú crees que las divergencias en los caminos hacia la justicia que ustedes tienen se pueden resolver casándose?
Creo que no existen divergencia cuando se trata de justicia; lo que sí hay son diferencias en las formas, pero tarde o temprano los que luchamos por las causas justas nos encontramos. El matrimonio es un paso más que hemos dado en este continuo arriesgar que es la vida.
¿Paolo, pensabas que lo que comenzó como una protesta particular llegaría a convertirse en un estilo propio de crear conciencia en la población?
Al inicio no tenía idea que esto crecería así y ya llevo cuatro años en esta brega en la que no pienso rendirme; encontré en San Martín gente que estaba dispuesta a hacerse escuchar de una manera diferente. Es por eso que no pienso dejar esta lucha que he comenzado y en la que continúo a pesar de los obstáculos que
se me han puesto en el camino.
Karen, ¿Crees que tu futuro en la política regional y nacional podría verse afectado de alguna manera por casarte con un anarquista como Paolo?
Como te repito, los caminos hacia la justicia son diferentes pero no divergentes, Mi matrimonio con Paolo significa más bien todo lo contrario a lo que me preguntas, pues si bien él tiene algo de anarquista, lo cual me parece admirable, yo mantengo mis principios e ideales socialistas con tanta o mayor fuerza que nunca. Yo diría que el amor es el arma más efectiva para romper las cadenas de la injusticia.
Paolo, ¿Funciona la química conyugal cuando ambos son activistas sociales?
Nuestra fórmula de lucha política y social se enriquece en ambos a medida que nos vamos conociendo más y estoy seguro que no hubiese podido enamorarme de otra mujer que de Karen, pues ella mantiene encendida en mí la llama de la protesta y la libertad de expresarla a mi manera, que es pasión y corazón.
Por: Alvaro Reinoso