
Moyobamba. Elia Carmela Bravo Dávila, denunció a través de VOCES que de forma fraudulenta e ilegal pretenden despojarle de un terreno que ha estado bajo su posesión pública, pacífica y sin oposición más de 18 años y donde han realizado actividades agrícolas y pecuarias conjuntamente con su hermano Renando Bravo Dávila.
La angustiada mujer dio a conocer que en el mes de mayo del 2017, sin ningún derecho que lo justifique, Carlos Custodio García Vásquez, prendió fuego a la inverna, para luego alterar y destruir los linderos de la propiedad, sustrayendo yucas y choclos de forma ilícita, hecho que fue denunciado en la Comisaría de Uchuglla por el delito de usurpación, pero que inexplicablemente fue archivado por el representante del Ministerio Público, expresando su malestar por percibir un actuación parcializada de las autoridades policiales y fiscales al procesar su denuncia.
Bravo Dávila, manifiesta que el día sábado 19 de agosto, una vez más, mientras se encontraba realizando trabajos en el terreno de su posesión fue agredida verbalmente y recibió empujones del arquitecto Carlos Custodio García Vásquez, quien con insultos le arrebató su machete de trabajo y con esta herramienta la amenazó con la finalidad de obligarla abandonar el terreno que se encuentra bajo su posesión por más de 18 años, conjuntamente con su hermano Renando Bravo Dávila. Situación de violencia que se ha producido sólo con la finalidad de despojarme de mi posesión, que fue hecha de su conocimiento mediante carta notarial, así como el mismo arquitecto tenía pleno conocimiento que el terreno se encontraba siendo trabajado por mi persona desde mucho antes que éste llegase al vecindario y que además mi persona le anticipó desde hace más de dos años que el terreno no se encontraba en venta.
Finalmente la angustiada mujer enfatizó que terceras personas en un evidente contubernio con el arquitecto Carlos Custodio García Vásquez, habrían aprovechado de la edad de sus progenitores para hacerlos firmar un contrato de venta contra su voluntad, pagando incluso un monto irrisorio por el valor de la propiedad, causando grave perjuicio patrimonial a los vendedores y a sus herederos forzosos, quienes a pesar de tener el terreno bajo posesión por más de 18 años no hemos sido consultados de la referida transacción, sin considerar los muchos años de trabajo que hemos realizado en la propiedad.