Sale al frente. Miguel Arévalo Ramírez, a quien la prensa capitalina acusa de tener vínculos con el narcotráfico, apareció en el escenario político nacional afirmando que no conoce a Joaquín Ramírez Gamara ni mantiene relación alguna con negocios asociados al tráfico de drogas.
“No realizo actividad política alguna en el Perú ya que me dedico a mis actividades comerciales en USA. No estoy dentro de ninguna lista de algún órgano de inteligencia en relación a temas de narcotráfico ya sea nacional y extranjero”, señala Arévalo en una carta notarial enviada a un diario capitalino.
Asimismo rechaza el apelativo de “Eteco”, al cual califica como una creación siniestra de la prensa. Cuestiona también que se le pretenda presentar como un líder de tráfico internacional de drogas.
Sobre el ex secretario general de Fuerza Popular, Joaquín Ramírez Gamarra, quien ha sido vinculado en los últimos días con una investigación seguida por la DEA y supuestamente haber afirmado que la candidata presidencial Keiko Fujimori le habría entregado 15 millones de soles para ser blanqueados, Miguel Arévalo sostiene: “no lo conozco y muchos menos tengo relación de parentesco con él”.
Reconoce no obstante que fue investigado por más de cinco años por la DINANDRO, el Grupo Especial y División Financiera del Perú y la Primera Fiscalía Provincial Especializada de Tráfico Ilícito de Drogas del Callao.
“La fiscalía penal especializada contra la criminalidad organizada, con fecha 27 de febrero del 2009 emitió la resolución que fue notificada a todas las partes de la investigación como la procuraduría antidrogras, y al no existir recurso que queja la resolución, esta quedó consentida y por lo tanto constituye cosa decidida”, refiere Arévalo Ramírez al afirmar además que el dictamen fiscal lleva la rúbrica del doctor Jorge Wayner Chavéz Cotrina.
Señala finalmente que las afirmaciones periodísticas le han generado un daño moral irreversible y que en los próximos días iniciaría acciones legales para limpiar su nombre.