Hoy quise, junto a amigos y familiares que llegaron desde Lima, comer un helado en Fruta y Café, no obstante no pude hacerlo porque no tenía espacio para estacionarme. Después, quise irme a otro lugar, como el Anonas o el Makakos, pero tuve el mismo problema.
La razón. Qué el alcalde junto a los regidores que dejaron el municipio llevaron adelante una ordenanza municipal que, sin ninguna previsión, obligaba a los conductores de vehículos a estacionarse como pudiesen a más de tres cuadras de la plaza. Si es que hubiese existido previsión, se aplaudiría la acción, no obstante el desorden en las calles de Tarapoto es evidente y demuestra que las cosas se hicieron al caballazo.
Nuestro alcalde, para colmo denosta de los empleados de bancos y demás negocios que se encuentran en la plaza y les pide que se vayan a otro lado. EN OTRAS CIUDADES, EL ALCALDE DEFIENDE AL EMPRESARIADO. De pronto, ya sería tiempo de decirle al alcalde que saque sus corrales de la carretera a Yurimaguas, pues afecta la sensibilidad olfativa de los que visitan nuestros principales atractivos turísticos. ¡Eso sí que sería justo!
A los regidores, se les pide que suspendan la ordenanza porque se ha realizado de manera apresurada. Por favor, sean serios.