Alguna vez nos ha tocado ir al banco, hay tanta gente, te resignas y solo atinas a esperar pacientemente; justo cuando te toca el turno, en ventanilla te sorprenden con esa frase que nunca quisiéramos escuchar, peor aún cuando es sábado a la 1:00 p.m. y es tu fecha límite de pago y el lunes tendrás que pagar mora, “no hay sistema”. Tengo amigos que son espléndidos ingenieros de sistemas y a veces les gusta presumir de lo que hacen, de cómo ha ido evolucionando el mundo y ha vuelto su trabajo un factor indispensable en el desarrollo de las empresas; en cierto modo les doy la razón por cosas como las del banco o cualquier otro escenario en donde los sistemas son imprescindibles. Si enfocamos nuestros recursos en brindar calidad, entonces debemos adaptar nuestros procesos de trabajo en función a lo que los clientes esperan recibir.
Por tal razón, en la búsqueda de una mayor eficiencia laboral dentro de los organismos públicos y privados, los sistemas se crearon para cumplir un papel fundamental, no solamente en el orden que nos proporciona a nivel logístico o administrativo, sino también para el mejoramiento del desempeño de las personas que trabajan con nosotros.
En el ámbito público, a inicios del 2015, la SUNAT dispuso de forma obligatoria el uso de recibos por honorarios electrónicos, todo esto para una mejor gestión de las aportaciones de sus contribuyentes, del mismo modo, en el marco de la salud, en el mismo año se aprobó la Ley N° 30024, Ley de creación de historias clínicas virtuales o electrónicas; ahora las empresas públicas y privadas, para un mejor orden y control de sus pacientes, están en la posibilidad de implementar sistemas informáticos que les permita manejar con mayor eficiencia la información de sus pacientes; esto le ha generado a clínicas y hospitales, ventajas competitivas por encima de aquellas que todavía no han podido hacerse de estos sistemas, ya que constituye una gran fuente de información que se puede utilizar a través de CRM.
El enfoque para el desarrollo de sistemas, generalmente se da mientras las empresas van haciéndose más complejas, pues aparecen nuevas necesidades que tienen que ser atendidas y, deben serlo en el tiempo más corto. Cuando visito a algunos jóvenes empresarios, los encuentro todavía en proceso de encontrar una dirección clara hacia dónde desean llevar sus actividades, su cartera de clientes se encuentra solo en su mera memoria y no cuentan con una base de datos correctamente distribuida que apoye su segmentación y, les permita tomar decisiones o crear diferentes ofertas comerciales a través de este análisis de datos.
Nuestras estrategias de marketing toman forma y consistencia no solo a través de la información y conocimiento que tenemos de nuestros procesos, es decir, nuestras ventas, nuestros productos, precios y ofertas que les asignamos, sino también por el manejo de las mismas variables que podemos obtener de nuestra competencia; pero no hablamos de espionaje corporativo, sino de nuestra capacidad de visión periférica de nuestras organizaciones, es decir, cambios demográficos, nuevas tecnologías, productos sustitutos que llegan con nuevos rivales, cambios regulatorios y finalmente, los cambios en el entorno que siempre van a determinar las resultantes de todas nuestras decisiones.
“Data is the new oil”
La información es el nuevo petróleo
No estoy seguro a quién le debemos atribuir esta frase, la cual refleja exactamente cómo la obtención de información nos ha venido otorgando poder por sobre las personas y las propias organizaciones, pero hablamos de la buena información, de aquella que podemos depurar, analizar y procesar para la correcta toma de decisiones, los sistemas facilitan estos procesos. Ya hemos hablado que nuestra hiperconectividad está marcando un hito en nuestra historia, nuestra sociedad líquida e inestable nos obliga a manejar toda esa información correctamente de manera profesional; es hora de apostar por los sistemas.
Finalmente, no puedo terminar esta edición sin antes expresarle mis más grande cariño a mi ciudad querida de Tarapoto en este 234 aniversario, vivir acá es maravilloso, gracias a todos por leerme todos los jueves.