La hipótesis sobre secuestro y crimen en el caso de los empresarios asesinados en agosto del año pasado, podría cambiar de figura legal si es que el abogado del principal involucrado en el crimen de Denis Cárdenas Sánchez y Henry Martín Cárdenas Zegarra, desbarata la primera presunción de la comisión del delito de secuestro agravado con subsiguiente de asesinato, que recae en la persona de Pablo Shica Tuanama y otros.
Este caso vuelve a ponerse en palestra luego que el abogado Guillermo Barandiarán, asesor legal de Pablo Shica, principal involucrado en el crimen de los empresarios ocurrido el siete de agosto del 2015 en el valle del Shanusi, sustenta legalmente de el crimen se habría dado en el mismo instante de la interceptación de la camioneta en la que se dirigían el padre y el hijo asesinados junto a otros dos trabajadores.
A decir del abogado Barandiarán, aún existen vacíos legales en este proceso que sigue el Ministerio Público, no solo por la pluralidad de los involucrados quienes no habrían sustentado sus versiones con certeza; sino porque la realidad de los hechos cambiarían todo en este caso.
Como se sabe en un principio se señaló de secuestrador y asesino a la persona de Pablo Shica Tuanama, quien según las investigaciones condujo a Denis Cárdenas Sánchez y Henry Martín Cárdenas Zegarra, luego de interceptarlos, a un alejado lugar donde les dio muerte.
Pero la versión del abogado es que Pablo Shica los interceptó y luego de una fuerte discusión disparó a mansalva al empresario de 66 años y luego al verse ofuscado y aturdido hizo lo mismo con el hijo de este, de 33 años.
Para el hombre de leyes esto desvirtúa la primera presunción de la comisión del delito de secuestro agravado con subsiguiente de asesinato, que recae en la persona de Pablo Shica, pues el crimen de los empresarios se dio en el mismo lugar de la interceptación de la camioneta. Acepta que si se trató, de limpiar evidencias, más no de secuestrar pues ya no había personas vivas a quien retener solo existían dos cadáveres que los involucrados pretendían esconder.
Además se desvirtuaría la figura se sicariato, pues no existe premeditación, planificación ni recepción de pago alguno para dar muerte a los empresarios; todo se habría dado por un tema personal debido a un lío de tierras.