El Congreso de la República oficializó la disolución del Bloque Magisterial tras la renuncia de tres de sus miembros: Alex Paredes, Elizabeth Medina y Óscar Zea, quienes se incorporaron a la bancada de Somos Perú. La salida de estos legisladores dejó al grupo con solo cuatro integrantes, por debajo del mínimo legal de cinco parlamentarios, lo que provocó su desaparición automática según el reglamento congresal.
Entre los legisladores que permanecieron hasta el final se encuentra la congresista Lucinda Vásquez, quien ahora pasa a la condición de no agrupada, al igual que Paul Gutiérrez, Germán Tacuri y Katy Ugarte. Esta nueva condición implica la pérdida de beneficios parlamentarios, como presupuesto propio, representación en comisiones y participación en la Junta de Portavoces.
Con esta disolución, el número de congresistas no agrupados se eleva a 13, lo que reconfigura el mapa político del Legislativo.