Boris Gallegos y Nueva Amazonía, por un Morales mejor y diferente

A quince días de las elecciones regionales y municipales los pueblos van ajustándose para un proceso electoral de donde no solo deben salir propuestas, sino estrategias para el desarrollo sostenible de los pueblos. Está llegando el momento en donde todos deberán tomar sus decisiones, y queremos que estas sean sabias, coherentes con relación a los sueños de cómo queremos ver a los pueblos que se han convertido en el escenario y lugar de nuestras vidas. Y nuestro sueño es Morales donde vivimos, donde nos estamos haciendo viejos pero con la voluntad, el corazón, el entusiasmo y la emoción de la juventud eterna. Oscar Wilde escribiría que “todos tenemos la edad de nuestras emociones”.

Una gestión de gobierno, al saber que representa la voluntad de los pueblos, no debe dar para el ensayo. El Plan de Gobierno de Nueva Amazonía para el distrito de Morales parte del concepto del desarrollo local teniendo en cuenta sus potencialidades por los recursos con que cuenta el territorio. Ahí están su poderoso río Cumbaza y sus tributarios que son importante y urgente que no desaparezcan; su extenso territorio en donde aún es posible encontrar ecosistemas que no se han degradado y, sobre todo, su posición estratégica que lo convertirá en un polo de desarrollo como no lo tiene otro sector de nuestra región. Y esto es lo que le inspira a Boris Gallegos para sus propuestas de gobierno.

Morales es un territorio que tiene en el río Cumbaza su recurso natural más poderoso. Es un don de Dios y de la naturaleza que así sea y es necesario conservarlo, y que recupere lo que la ley denomina su “caudal ecológico”, porque este recurso es de todos. Pero no basta con tener solo buenas intenciones, sino tener fe, creer en su futuro y asumirlo como un compromiso y con ese sentimiento de que este maravilloso pueblo puede y debe estar mejor. Porque es necesario sentir sus problemas, demostrar que el cambio es posible, que todos deben tener agua y desagüe para que la población disfrute de una calidad de vida acorde a la época en que vivimos: la de la tecnología, de la innovación, de la transformación y de la felicidad.

Pero también tiene sus bosques, en donde todos podemos encontrar ese remanso de paz en contraposición a la vorágine diaria del movimiento para respirar ese aire puro, limpio, fresco y saludable. Todo esto forma parte de lo que entendemos el disfrute de la naturaleza en toda su plenitud y en su máximo esplendor que no debe perderse bajo el paradigma de la modernidad, y creer que ello debe seguir siendo una realidad es una forma de expresar y sentir eso que en Nueva Amazonía dicen que es “un sentimiento”. Porque quienes sienten pueden amar y creer en que los sueños deben convertirse en realidad, pues la política debe dejar ya de ser ese ejercicio para la satisfacción de los egos, de los sueños fatuos del poder y recupera eso que siempre solemos decir: la política debe ser esa vocación para servir a la gente, con amor y sinceridad.

Boris Gallegos Mendoza representa no solo un sueño, sino una realidad que hará posible que las cosas funcionen. Y Morales necesita esa nueva realidad del cambio para hoy. Morales necesita despertar y no volver a perder su futuro.

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