Eran casi las 13.00 horas del día lunes 9 de marzo, lo recuerdo como ningún día una nueva experiencia después de enseñar a jóvenes y adultos en la universidad me toca una labor difícil pero no complicado de limar a unos pequeños de casi 6 y 7 años. No es complicado hay energías existen las estrategias que no son complicadas para mejorar a lo menos nos sentimos alagados en una institución prestigiosa como el “Jhoan Maicol” jejeje, mejor dicho el Juan Miguel el más grande en nuestra ciudad con logros importantes en este año monitoreado por un “comandante” el director Wilter Aro este fue inicio maravilloso de un nuevo reto escolar tenemos todo para salir ganadores en nueva evaluación como fue el año 2014, reconocidas maestras como Dorita, Griselda, Silvia, con el apoyo del sub director Manuel Acosta que tomaron su actividad de maestra con humildad pero llena de estrategias para lograr subir en la famosa ECE, mi semblanza de maestro que en este año sobresale nuevamente las metas trazadas en la parte educativa.
Sin embargo estamos en la ciudad casi al parecer sin ningún problema pero podemos confirmar que siendo una institución también tenemos deficiencias y una de ellas sin ningún propósito mezquino albergaremos a la institución educativa Tarapoto que hasta el momento no inicia sus clases y eso es un problema.
Además de ello como podemos solucionar estos problemas que existe en esta institución con las más instituciones educativas en nuestro país
En realidad no sé si este año podemos calificar un buen inicio de año escolar cuando todavía tenemos problemas dramáticos en nuestro país, podemos describir cada una de ellas por ejemplo: radica en la falta de calidad y equidad. “Somos un país demasiado inequitativo en términos de calidad de los aprendizajes” otro problema que enfocamos es el enorme divorcio entre lo que propone el sistema educativo -a nivel superior- y lo que necesita el el mercado actual. Las carreras en las cuales se está formando a los jóvenes muchas veces se hallan alejadas de las necesidades del sistema productivos. El gran riesgo es que, en algún momento, el crecimiento sostenido del país pueda paralizarse justamente por esa razón”.
También es bueno indicar la mala gestión de la ejecución del presupuesto en el sector es preocupante. “anualmente el “Minedu” devuelve S/. 2. 850 millones al Tesoro Público”. Además, la exigencias que implica manejar estos montos de dinero desbordan las capacidades en la administración. No solo estos puntos negativos existentes también hay inquidad social como: Según el censo de 1940, el 58% en los peruanos mayores de 15 años era analfabeto (45% y 69%). Para 1993, la tasa de analfabetismo para las personas mayores de 65 años era de 38%, para aquellos que estaban en la treintena 9%, y para aquellos de 15 a 19 años representaba 4%. El analfabetismo sigue siendo grande entre las personas mayores, pero casi ha desaparecido entre los jóvenes una mentira del gobierno aprista de desterrar el analfabetismo.
Según el censo de 1993, en el Perú la población analfabeta equivalía al 17% de la población total. La mayor proporción de analfabetos se encuentra entre las mujeres quechua hablantes mayores de edad. La educación de nivel secundario tuvo también una significativa expansión en las regiones más desarrolladas. Pero este es profundamente desigual con respecto a otras regiones.
Es importante observar o preservar algunas soluciones que persisten en avanzar en la educación. En esta época debemos tener en cuenta que no nuestra educación no es administrativo. Sino que debemos asegurar excelentes directores y dotarlos de libertad para administrar sus escuelas no sería sino una parte, un tanto marginal al final de cuentas, de la solución al problema de la educación nacional.
También La escuela es como la familia: el maestro forma y educa a sus alumnos, y al hacerlo establece vínculos personales que trascienden las más idealizadas versiones de la relación entre un vendedor y sus clientes en la sociedad capitalista contemporánea. Quien ve la escuela como una empresa proveedora de servicios educativos está perdiendo de vista y empobreciendo su naturaleza de manera análoga a quien ve la familia exclusivamente como un negocio en donde los integrantes contratan para vender servicios y obtener beneficios.
Para mejorar nuestra educación debemos facilitar la capacitación académica del magisterio y abandonar la noción de que existen metodologías pedagógicas privilegiadas; concederle verdadera autonomía a los colegios y sus profesores; integrar plenamente a los padres de familia en el proceso educativo; y comprometernos todos con una visión nacional de lo que queremos con nuestra educación, del país que queremos construir, de la sociedad en la que queremos vivir. Los recientes esfuerzos del gobierno en este sector son positivos, pero son demasiado tímidos y persisten en creer que el control y la reforma impuesta darán resultados. Tampoco ayuda que se continúe marginando a quienes están capacitados académicamente pero no tienen títulos en educación.
Hasta el próximo miércoles les dejamos con este pensamiento “El sabio no dice todo lo que piensa, pero siempre piensa todo lo que dice. Aristóteles (384 AC-322 AC) Filósofo griego