Los acontecimientos sucedieron en Brasil, España y Perú los mismos que se convierten en los escenarios que este artículo de opinión política pretende analizar. Buscamos encontrar lo coincidente y al mismo tiempo lo diferente en las caídas presidenciales de Dilma Rousseff, Pedro Pablo Kuczynsky y Mariano Rajoy dentro de un contexto democrático.
Lo primero que debemos abordar son algunas de las características del sistema de gobierno, pues el Perú tiene una cámara, Brasil y España son sistemas bicamerales estos datos nos van a servir como norte para entender los procedimientos que finalizaron con tres presidentes durante los últimos dos años.
Ahora es preciso saber que PPK y Dilma tuvieron victorias ajustadas ambas en segunda vuelta, a diferencia de Mariano Rajoy quién primero tuvo que observar las elecciones de las cámaras teniendo un leve mejor performance en comparación con las elecciones anteriores, es significativo señalar que Dilma y Rajoy triunfaban electoralmente para ejercer un segundo periodo de gobierno.
Los partidos que llevaron a los sillones presidenciales a los tres políticos son de tipo consolidado y máquina electoral; pues el Partido Popular y el Partido de los Trabajadores tienen un arraigo histórico con dos victorias presidenciales, en el caso español Aznar y Rajoy y en el caso brasileño Lula y Rousseff; mientras que Peruanos Por el Kambio fue una organización reciente para una elección deterimanda y que hoy por hoy los directivos evalúan cambiar la denominación.
En este cuarto punto vamos a abordar los procesos, vacancia en Perú, impeachment en Brasil y censura en España. Acá es importante saber como llega el mandatario en un partido respectivo dentro de un sistema de gobierno determinado, es por ello la importancia de los tres análisis anteriores. No importa como se llame el proceso, el resultado es que finalizó mandatos presidenciales, y en estas tres formas de desalojo presidencial se observan algunas variables importantes: Los tres procesos deben tener una vía constitucional que determine las reglas a seguir, también es un juego político pues se determina por votos en el congreso o cámaras que terminan con otro ciudadano como presidente como en el caso peruano y brasileño donde por defecto asume el Vicepresidente en comparación con en el caso español donde se recurre a la mayoría en la cámara que terminó con la nominación del opositor Pedro Sánchez hace un par de días. Los tres procesos necesitan de una legitimidad social ex ante y ex post porque necesita que las personas entiendan este cambio constitucional y consumado el acto se necesita del soporte del pueblo para enrumbar otro gobierno en el tiempo que queda.
Es interesante agregar que los tres ex presidentes fueron destituidos durante el segundo año del ejercicio del mandato. Dilma ganó el 2014 y salió el 2016 entre tanto PPK y Rajoy se hicieron de la presidencia el 2016 y salieron el 2018.
Por último y manera de reflexión el común indicador en estos tres casos es el fenómeno de la corrupción, la misma que podemos observar se desarrolla en otros contextos, y nos permite entender que este problema público es integral, multisectorial y que evoluciona y se adapta a los nuevos tiempos.
Entonces es importante repensar nuestra responsabilidad por el bien de la comunidad, nuestra participación al momento de votar y más allá de ello nuestro actuar fiscalizador. Estás caídas presidenciales también debe ser un claro mensaje para los políticos que están en campaña, es importante que sean hombres con verdadera vocación de servicio y preparados en la cosa pública.
Estamos cansados de neopopulistas, que quieren vender humo al pueblo para luego llenar sus arcas con el sudor y sacrificio de todos. ¡Avisados están, que nosotros atentos estaremos!