HECHOS EXTRAPOLÍTICOS PONEN EL MENSAJE EN SEGUNDO PLANO

Lamentablemente, lo más resaltante de la visita de Julio Guzmán no tiene nada que ver con la política, sino con lo folklorico, desde Bellavista, periodistas de Juanjui manifestaban que Julio Guzmán rechazó un plato del suculento inchicapi, y que había pedido un pescado frito de la costa.
Luego de ese trascendido, la noticia no era la recolección de firnas que estaba realizando el propio candidato, ni sus disertaciones en Tarapoto, sino el rechazo al inchicapi.
También desde Bellavista se informó que Guzmán se encontraba en una vivienda, donde le invitaron varios platos regionales, donde estaba el inchicapi, hasta una doncella frita; Guzmán aceptó la doncella y no el inchicapi; resultado de la información, “A Guzmán no le gustó el inchicapi y pidió pescado frito de la costa”.
Ahora en las redes comparan a Guzmán con Alfredo Barnechea, quien no quiso comer chicharrones, despreciando a la señora que prácticamente ya le había puesto la carne en la boca.
Guzmán tiene algo a su favor, el “desplante” a la sopa regional no está registrado en video, lo de Barnechea si.
Guzmán se cuidó
A la llegada al aeropuerto de Tarapoto, Guzmán se cuidó mucho de los modos, apenas pisó tierra tarapotina bailó música típica; en la presentación, firmó los libros a las personas que lo compraron, hasta se tomó fotos con todos, como un mensaje de sencillez.
Pero nadie le quitará el estigma de haber despreciado un plato de inchicapi. (Julio Quevedo Bardález)