En los últimos tiempos se ha venido anunciando la construcción de la carretera Balsapuerto – Moyobamba, generando opiniones diversas, desde quienes defienden el proyecto así como de aquellos que se oponen; muchos de los cuales basados en mitos:
Mito 1:
Será una vía que no generará impacto sobre el medio ambiente.
Todo proyecto tiene un impacto sobre el medio ambiente, y su ejecución se lleva adelante, entre otras cosas, cuando los factores técnicos del proyecto demuestren que el impacto sobre el medio ambiente garantice su sostenibilidad y las afectaciones sobre el entorno natural serán mitigables, y sobre todo, no generarán daños irreversibles al medio.
La carretera Balsapuerto – Moyobamba, aún está nivel de idea, no se cuenta con estudios técnicos de medio ambiente que nos demuestren que el impacto de este proyecto estará dentro de los aspectos que pueden ser mitigables. La zona por donde se está proyectando desarrollar esta carretera atraviesa territorios de áreas de conservación y por lo tanto intangibles, esto según la Zonificación Económica y Ecológica de la región; pero a la vez atraviesa territorios de comunidades nativas, donde se tendría que desarrollar Consulta Previa para identificar afectaciones a sus derechos colectivos. Nada de esto está hecho, por lo tanto, decir que no generará impactos sobre el medio ambiente es falso.
Mito2:
Es una necesidad de las comunidades de Balsapuerto.
Si bien la autoridad local de Balsapuerto ha anunciado que está a favor del proyecto, esto no representa necesariamente la opinión de toda la población de Balsapuerto, en especial de las comunidades nativas asentadas en dicho territorio, quienes más bien han manifestado su preocupación por este proyecto, no sólo porque se estaría vulnerando sus derechos colectivos al uso del territorio, sino porque no se estaría tomando el derecho a la Consulta Previa que tienen dichas comunidades. Nadie niega la necesidad de interconexión de los pueblos, pero de ahí que la Carretera Balsapuerto – Moyobamba sea una necesidad de las comunidades de Balsapuerto, dista mucho de la realidad.
Sixto Saurín, pintor y activista shawi, radicado en Yurimaguas dice «A pesar de que la carretera busca, supuestamente, beneficiar a Balsapuerto, nosotros no la hemos pedido. Son los madereros, que son los que financian las campañas de los alcaldes, quienes la están promoviendo». No sorprende que la
reacción de los shawis sea un pedido al Gobierno para que declare todo su territorio ancestral como área natural protegida.
Mito 3:
Es la única alternativa de interconexión de Balsapuerto con otros lugares del país.
Una premisa económica dice, que una zona cuanto mejor esté interconectada son mejores sus posibilidades para acceder a los mercados, los bienes y servicios que el Estado le ofrece, sin embargo, en el caso de carreteras, éstas deben responder no sólo a requerimientos de interconexión, sino también a factores técnicos y socio-ambientales.
Balsapuerto, tiene una vía natural de conectividad que es el rio Paranapura hacia Yurimaguas, pero este río por sus bajos niveles de caudal, no siempre facilita la navegación fluida durante todo el año, además de encarecer el costo de los fletes y de pasajes; por lo que en la actualidad existe una vía que une Yurimaguas con el centro poblado de Nuevo Arica, el mismo que tiene viabilidad técnica para unirse con Balsapuerto, faltando construir 25 km, por lo tanto esa debería ser la alternativa de interconexión de esta zona con el resto de la Amazonía, a la cual habría que asignarle los recursos no sólo para construir la carretera, sino para el mantenimiento e incluso colocar una capa asfáltica para ser una vía de tránsito rápido.
Además se debería potenciar un aeródromo en Balsapuerto, donde el Estado con costos sociales facilite el acceso de los moradores por vía aérea, como otra alternativa de conexión con otros pueblos del país.
Mito 4:
Los tarapotinos son mezquinos y no quieren que Moyobamba se conecte con Yurimaguas sin pasar por Tarapoto.
Mencionar que la población tarapotina se opone a un proyecto por mezquindad es como decir, que en Tarapoto somos unos ignorantes supinos, que desconocemos las necesidades de las poblaciones de nuestra amazonía y que la envidia es parte de la idiosincrasia. Nada más falso, el pueblo tarapotino es un pueblo hospitalario, un pueblo forjado en el trabajo de su gente oriunda y de quienes también llegando de lejos se asentaron en estas tierras para ser parte de su progreso; pero a la vez es un pueblo solidario, que busca no sólo el progreso propio, sino el progreso de toda la región San Martín y la amazonía en particular, que se ha visto cristalizado en números momentos de lucha por la defensa de los derechos amazónicos.