¿Cuándo le llegará realmente una carta de felicitación al docente que diaria y esforzadamente va cumpliendo su labor pedagógica, pese a las amenazas y maltratos de una institución como el Ministerio de Educación, y que le siguen sus fieles subalternas instituciones de las DRES y las UGELES como grado de sometimiento a disposiciones de humillación y maltrato al docente?
Con fecha de redacción del 16 de agosto, la Ugel San Martín está haciendo llegar a los docentes que con dignidad acataron la huelga pasada, una carta cuyo tenor del asunto es: “informo sobre solicitud de cautela e inaplicación de sanción por inasistencia de más de tres días por ejercicio del derecho de huelga”.
La carta hace mención de varias regiones del país que acataron la huelga, pero su redacción lo menciona en tiempo presente como que estos días se estaría llevando a cabo la huelga indefinida; hace mención al mismo tiempo a una supuesta falta del docente al tomar en cuenta tres acápites del art. 20 del D.S. 017: a)“Si se materializa sin que la respectiva Organización Gremial haya comunicado la declaración de huelga a la instancia de gestión educativa descentralizada”; b) Si se materializa no obstante haber sido declarada improcedente; c) Por incurrirse en cualquier forma irregular de suspensión del servicio educativo como paros o cualquier otro tipo de interrupción del referido servicio…”
Ninguno de estos considerandos corresponde a una sociedad o institución que se vive en un estado de derecho, como la que estamos viviendo, salvo que se vulnere los derechos, en este caso de los maestros por no querer reconocer su protesta a través de una medida de lucha como la huelga.
Además, la huelga que se llevó fue hartamente conocida y notificada al MINEDU con meses de anticipación, y siempre el MINEDU iba cerrándose al diálogo, fiel a su estilo unilateral de hacer las cosas muchas veces a espalda de los maestros y sin tomar en cuenta la demanda de los mismos.
La organización gremial no necesariamente tiene que notificar a los entes institucionales subalternos como las DRES y las UGELES, de una medida de lucha respectiva, porque éstas se convierten en instituciones repetidoras del MINEDU. Si el MINEDU dice no reconocer o declarar ilegal una huelga, los borreguitos funcionarios dependientes también lo aceptan con la cabeza gacha.
Cuando aquí realmente se le quiere ver a un funcionario de verdad que demuestre si ha sido maestro o “sindicalista” como dicen algunos. Si dicen que fueron “sindicalistas”, renunciarían al cargo en el acto cuando el maestro es atropellado en sus derechos; dejarían el cargo por honor propio y por respeto a los miles de maestros que acatan una huelga. Pero esto es como pedir peras al olmo; al contrario, se aferran más al cargo para quedar bien visto por el MINEDU como “buenos administradores”, pero desleales y traicioneros a la masa magisterial.
Asimismo, la mencionada carta hace referencia al Art. 23 del D.S. 017-2007, donde a los directores de las DRES y de las UGELES, se les faculta a los descuentos respectivos. Estos funcionarios que creen que el cargo les “distinguirá” toda su vida, cumplieron al pie de la letra con los descuentos respectivos, y lo más deleznable, se fueron al extremo de quitarles el aguinaldo a los maestros, y que de parte de la UGEL San Martín no se conoce en qué momento su director tiene que pedir disculpas a los maestros y que se les devuelva lo que se les quitaron.
Este art. 23, también hace mención que la omisión por parte de los funcionarios a las “brillantes” disposiciones del referido decreto, será considerada una falta grave. Esto temen lamentablemente estos funcionarios. Pero si hubiera dignidad, estoy seguro que no tendrían ningún temor, más que el temor de quedar mal con los maestros.
La famosa carta termina con un rotundo IMPROCEDENTE, en cuanto a la defensa de los maestros, porque se aferran en que la huelga fue “ilegal”. No puede ser ilegal, señores. La Constitución, que está sobre cualquier otra norma o disposición, reconoce la huelga como justa y digna en cuanto a las medidas de protesta.
Todo el magisterio digno reconoce y acepta que a ese maestro está bien que le hayan descontado por sus días no laborados, pero es un atropello terrible de lesa dignidad económica que le hayan quitado su aguinaldo, y sería más que un despropósito y salvajismo burocrático que a un maestro le suspendan 30 días sin goce de haber, como proceso administrativo.
Si esto sucede, de seguro las medidas de protesta, lucha y más huelgas se agudizarán en los próximos meses por parte de un magisterio y de la gran masa de maestros cansados de tanto atropello, injusticia y maltrato a la educación del niño y del adolescente.