El Área de Conservación Regional Cordillera Escalera, un refugio vital para la biodiversidad en la región San Martín, continúa enfrentando desafíos críticos por la caza furtiva. En un reciente operativo, guardaparques del área, durante un patrullaje rutinario en el sector Alto Shucshuyacu, en el kilómetro 39 de la carretera Tarapoto-Yurimaguas, interceptaron a tres cazadores ilegales armados con una escopeta. En su poder llevaban carne de monte de una especie protegida: la carachupa (Didelphis marsupialis), una situación que pone en relieve la vulnerabilidad de las especies locales frente a la caza indiscriminada.
La intervención, encabezada por el guardaparque Jorge Vela Saavedra, contó con el apoyo de la Policía Ecológica y del personal del Área de Conservación. Logrando la intervención de Wilder Alva Ríos (41), Emilio Shupingahua Sangama (29) y Elin Tapullima Sangama (45) quienes fueron detenidos y llevados a la comisaría PNP de La Banda de Shilcayo. El arma confiscada, una escopeta de caza sin serie ni marca, así como la carne de carachupa cortada en seis partes, evidencian la falta de control sobre la tenencia de armas y la caza ilegal en zonas protegidas.
Elin Tapullima, propietario del arma, junto con los otros implicados, alegó desconocimiento de las acciones ilegales que realizaban, una excusa recurrente que refleja no sólo la falta de educación ambiental en la población rural, sino también la carencia de regulaciones efectivas que prevengan este tipo de incidentes.
Según César Luciano Reátegui Fachín, coordinador interino del Área de Conservación, dijo que uno de los problemas más graves es la falta de estadísticas confiables sobre el impacto de la caza furtiva en la fauna silvestre de la región. «Solo contamos con recuentos particulares», lo que subraya la necesidad de implementar sistemas de monitoreo más rigurosos y una mayor inversión en la gestión de estas áreas naturales protegidas.
Este caso fue reportado al fiscal adjunto de la Fiscalía Especializada en Materia Ambiental (FEMA), Manuel Adolfo Muro Bautista, quien autorizó las diligencias para formalizar las acusaciones contra los detenidos por el presunto delito contra los recursos naturales en la modalidad de depredación de flora y fauna silvestre.
Impacto de la caza furtiva en Cordillera Escalera
La caza ilegal en áreas protegidas como Cordillera Escalera representa un peligro latente no solo para las especies silvestres, sino también para los esfuerzos de conservación en la región amazónica. Este incidente resalta dos problemas clave: la falta de conciencia ambiental en las comunidades circundantes y la insuficiencia de mecanismos de control y sanción que disuadan estas prácticas. Aunque las autoridades locales, con el apoyo de organizaciones ecológicas como Pumas de Ahuashiyacu, realizan esfuerzos constantes para proteger estas áreas, la recurrencia de estos casos refleja una lucha desigual.
Además, la ausencia de estadísticas sistemáticas sobre la depredación de especies indica una debilidad estructural en la administración de las áreas protegidas. Sin datos precisos sobre la magnitud del daño, las intervenciones resultan reactivas en lugar de preventivas. Este vacío de información dificulta el diseño de estrategias efectivas de conservación y deja en riesgo no solo a especies como la carachupa, sino a todo el ecosistema de Cordillera Escalera.
En este contexto, es crucial que se promueva la educación ambiental en las comunidades rurales cercanas y que se fortalezcan los marcos legales para sancionar a los cazadores ilegales. Al mismo tiempo, la implementación de sistemas de monitoreo y vigilancia más sofisticados contribuiría a mitigar el impacto de la caza furtiva, preservando la diversidad biológica de este importante refugio natural. (César Gonzaga)