El Colegio de Ingenieros del Perú – Consejo Departamental San Martín Tarapoto (CIP CDSM Tarapoto) reafirma su compromiso con la promoción de una ingeniería basada en la ética profesional, como eje central del ejercicio responsable de la carrera en todos los campos de acción.

La ética en la ingeniería no solo implica el cumplimiento de normas y reglamentos, sino una conducta íntegra en la toma de decisiones que impactan directamente en la vida, el bienestar y la seguridad de las personas. En obras públicas y privadas, planificación urbana, infraestructura, salud, energía, tecnología y medio ambiente, el juicio ético del ingeniero es clave para evitar errores, conflictos de interés y daños técnicos o sociales, garantizando un desarrollo sostenible y justo.

El decano del CIP Tarapoto, Ing. Marco Antonio Isminio Ramírez, señaló que uno de los pilares fundamentales de la institución es velar por una práctica profesional que priorice el interés público, la seguridad de la población y el respeto a la normativa técnica vigente. “La ética no es un concepto abstracto; está presente en cada decisión técnica, desde el diseño de estructuras seguras hasta la transparencia en la ejecución presupuestal”, expresó.

El Código de Ética Profesional del Colegio de Ingenieros del Perú es una herramienta activa y vigente que orienta el comportamiento de los colegiados, promoviendo responsabilidad, honestidad, confidencialidad, respeto por la vida y compromiso con el bien común. Todo profesional habilitado por el CIP se compromete a actuar con transparencia y a evitar malas prácticas que perjudiquen a la sociedad, al entorno o al gremio.

Desde el CIP CDSM Tarapoto se desarrollan de manera permanente charlas, capacitaciones, jornadas de sensibilización y asesorías técnicas, incorporando la ética como eje transversal en todas las especialidades. Además, se fomenta la participación de ingenieros en comités técnicos, fiscalización de obras y consultorías, siempre bajo los principios de la buena práctica profesional.

La ética profesional también actúa como un escudo de protección para el ingeniero, brindando respaldo institucional ante conflictos laborales o procesos técnicos. La institución defiende a sus miembros, pero también exige altos estándares de conducta.

En una región como San Martín, donde se ejecutan constantemente proyectos de infraestructura, vivienda, saneamiento y servicios públicos, la presencia de ingenieros colegiados y habilitados garantiza que cada obra sea revisada, diseñada y supervisada con responsabilidad. Este es un compromiso firme del CIP Tarapoto con la región.

Finalmente, el Colegio hace un llamado a los ingenieros de San Martín a seguir fortaleciendo su ejercicio desde la ética, la formación continua y la responsabilidad social, recordando que la buena ingeniería no solo construye obras, sino también confianza y bienestar para la población.