Hay plantas en medio del bosque que son capaces de curar enfermedades diversas y que significan además, grandes avances en lo que respecta a la medicina: por ejemplo la manchinga, que con otro nombre en Centroamérica ha ayudado a disminuir en poblaciones vulnerables, de manera extraordinaria la desnutrición infantil.
Aquello no solamente no sucede en la región San Martín, sino que se opta por la compra de productos que llegan desde otras latitudes solo para estafar muchas veces y otras para hacer ricos a alcaldes a través de programas como el Vaso de Leche que es de un asistencialismo enfermo, nada provechoso.
Los nativos de la región San Martín también han preparado en base a su conocimiento un ungüento a través del cual curan la tortículis, pero no han revelado sus componentes, por miedo a la biopiratería. Lo cierto es que la curación es casi inmediata. Este producto se ha hecho con Takiwasi y se vende en algunos establecimientos de la ciudad.
El conocimiento de estas plantas pues, pertenece a las comunidades ancestralmente ubicadas en esta parte del mundo y ninguneadas por la sociedad occidental. Es momento que empecemos a tomarlas más en cuenta y a revalorizar un conocimiento que podría ponernos en los ojos del mundo.