¿Por qué alguien o muchos dejan una carrera por algo incierto? ¿Por qué cambiar de meta sin haber llegado a la meta total de las convicciones? ¿Qué hace cambiar de camino incierto habiendo estado en el camino frontal de tus luchas y peleas? ¿Adónde quiere una persona llegar sin haber llegado al blanco inicial de sus objetivos? ¿Quiénes están detrás de una persona que deja una carrera o deja un oficio para embarcarse en otro?
Me explico que estas interrogantes están claras y tácitas en este incierto mundo social que los peruanos vivimos la política, una política electoral para ser más claros. Todos los candidatos que ya vamos conociendo desde la parte local hasta la nacional; todos sin excepción de ninguno, la tienen bien claro: quiere o quieren salir de sus apuros económicos, de sus deudas millonarias que seguramente tienen.
Está comprobado que nuestro sistema económico y político no sirve; no sirve para que nuestra sociedad se vea diferente, con trabajo justo y digno para los que menos tienen; no sirve porque solo unos cuantos privilegiados se ven los favorecidos para ser candidatos con este sistema electoral que se tiene, que mientras sigue siendo como es: no exige en absoluto que los grupos políticos se conviertan en partidos políticos; no exige requisitos más que la sola aventura y campechanía de quien postula.
Las reglas de juego a nivel de legislativo tampoco están claras. Entre otorongos nunca se van a comer, entre ellos nunca se investigan hasta el fondo. Cuando son elegidos, las comisiones ya lo tienen previamente manejados. La comisión de investigación y fiscalización se les ocurre en este Congreso por ejemplo que dirija uno que tiene varios casos de enjuiciamiento sin ser resuelto. ¿Cómo puede un corrupto investigar a otro corrupto? ¿Cómo puede un inmoral investigar a otro inmoral? ¿Cómo se puede permitir que un delincuente investigue a otro delincuente?
La presidente de la comisión de educación en el tristemente célebre grupo del fujimorismo del Congreso disuelto por Vizcarra, por ejemplo fue elegida una persona del género femenino que ni completó su secundaria. La prensa nacional enfocó su caso y descubrieron que, si tuviéramos un buen sistema político de elección, ni siquiera hubiera sido elegida como congresista y ni mucho menos como presidenta de la Comisión de Educación.
En este contexto y con la calaña de estos tipos de personas, les dan cargos de mucha responsabilidad y hacen cualquier cosa menos el trabajo por la cual son designados. Razón por la cual en el caso de educación se arma cualquier situación de mercadería donde se lucran pocos conocidos con grandes proyectos “educativos” y grandes convenios millonarios a nombre de la educación. Mientras nuestra realidad educativa dice todo lo contrario.
Legisladores de verdad preparados e imparciales sin ninguna mancha judicial y de agrupación política, siempre ha sido una ausencia crónica en el país. Lo ideal es trabajar por una nueva Constituyente, cambiar toda la estructura social, política, judicial y económica del país. Debemos aspirar una nueva sociedad con gente incluida en el reparto equitativo de la riqueza económica del país. La que tenemos es para llorar, darle la mano al mendigo, abrazarla y llorar valientemente con él.
El fuero jurídico que tenemos, donde miles y miles de casos de personas se duermen sus investigaciones sin ser resueltas, ni juzgadas ni muchos menos sentenciadas como los muchos casos de grandes peces gordos de las coimas de Odebrecht; de los ex jefes de Estado y la gente de entorno que llevan ya una eternidad siendo investigados, no se conocen nada. No solo existe mucha lentitud en los casos judiciales, sino en algunos casos de jueces por la mucha autonomía que tienen, muchas veces se convierten en cómplices de delitos de los delincuentes y corruptos.
En cuanto a la educación, mientras no se hable de un solo formato de aprendizaje del estudiante con sus diversas variantes de acuerdo a las tres regiones; mientras no se hable de una educación con poder económico para que el estudiante se alimente adecuadamente; mientras no se practique una educación con poder económico de un sueldo justo al maestro, la educación siempre será como ya lo dijeron algunos, el patio trasero de los países desarrollados.
Con estudiantes dignos, con docentes dignos, aspiremos y empecemos ya a ser el patio principal de la educación en el mundo. Y muchos que están renunciando a sus cargos de alcaldes, a sus cargos de periodistas, vivan está realidad y necesidad de cambio y reforma que millones de peruanos necesitamos de verdad, no se lucren de forma descorazonada del privilegio que tienen ahora de salir a los medios o aprovecharse de los medios para beneficios personales, de familia y del entorno, que esto es sin lugar a dudas la que pesa más.
Lo demás es pura simplona justificación.