Durante el debate de la suspensión de 120 días para el parlamentario Moisés Mamani, dijo que sufrió “un masaje asqueroso en el cuello” por parte de un colega de la bancada a la que perteneció anteriormente (Fuerza Popular).
Relató que ese acto lo lleva aún en la mente y le provocó “repulsión, asco y vómitos”.
Noceda refirió que tras el tocamiento, ella intentó zafarse aplicándole un codazo y el congresista en cuestión, cuyo nombre no brindó, “cual ladrón al descubierto, me empezó a hablar incoherencias”.
Añadió asimismo que el legislador intentó tocarla una segunda vez en otra reunión, por lo que habló con el vocero de la mencionada bancada. “Gracias a Dios, desde esa vez no he vuelto a tener mayor contacto con esa persona”.
La parlamentara dijo también que en otra ocasión un colega del Congreso le dijo que verla “alegraba el panorama”. El presidente del Legislativo, Daniel Salaverry, informó que se ha dispuesto que el procurador del Parlamento vea el caso de Paloma Noceda