Pero si la operación es anual, las cifras son más escandalosas, pues se calcula un total de 9 millones 360 mil soles.
Cada congresista recibe 2800 soles para los cinco días y los dos asesores que lo acompañan reciben 1600 soles cada uno. En total, cada congresista representa un gasto de 6 mil soles, en total, el Congreso gasta 780 mil soles mensuales. Parlamentarios consignan actividades como participar en marchas, transmisiones por redes sociales, observar danzas o participar en ceremonias ancestrales, entre otros.
En promedio, el Congreso gasta 9 millones 360 mil soles anuales por semana de representación. En promedio, el Congreso gasta 9 millones 360 mil soles anuales por semana de representación. La Semana de Representación es una de las actividades más costosas que tiene el Congreso y, pese a ello, no muestra ser de gran ayuda para los propios votantes de los legisladores.
Por los cinco días de trabajo, el Parlamento invierte 780 mil soles para costear los gastos del legislador y los viáticos de dos trabajadores, cuando se desplazan por las regiones que representan.
Cada congresista recibe el monto de 2.800 soles por el concepto de Semana de Representación, mientras que cada subordinado, 320 soles por el día de labor. Todo el equipo completo hace en total 6.000 soles por esos cinco días de trabajo. Y todo se solventa -entre otros- en alquiler de vehículo, entrega de ayuda humanitaria, etc. Si a ello lo multiplicamos por cada congresista, el resultado es sorprendente (780 mil). Pero si la operación es anual, las cifras son más escandalosas, pues se calcula un total de 9 millones 360 mil soles.
En resumen, el Congreso gasta esa cantidad al año en viáticos de dos trabajadores de confianza y por el pago que recibe cada legislador por el concepto de Semanas de Representación.
Si bien el trabajo debería servir para que los legisladores vean la problemática de sus regiones, muchos de ellos no cumplen con estas demandas. Hay quienes utilizan esta semana para realizar viajes a otros destinos o simplemente promocionarse como políticos entregando dádivas o tratando de “ayudar” a los más necesitados.
Las actividades que se realizan los congresistas en las semanas de representación han sido cuestionadas en más de una oportunidad, esto debido a la falta de fiscalización y rigurosidad en los informes mensuales.
Sin embargo, hay quienes no tienen inconvenientes en mencionar “actividades” que a todas luces no parecen necesitar la presencia de los parlamentarios o que podrían no considerarse estrictamente como funciones de representación.
Para muestra es el de Darwin Espinoza (Acción Popular) que participó de una ceremonia de apertura de año escolar este mes en la institución educativa Pedro Pablo Atusparia en Áncash.
En su informe, el legislador menciona: “Pude apreciar los rostros de alegría y emoción de los alumnos, a quienes le deseo un exitoso año escolar. Ellos son el futuro del país, así que hay que cuidar su presente”.
¿Turismo?
Un hecho bastante curioso se consignó en el informe de la semana de representación del congresista Paul Gutiérrez (Bloque Magisterial). El martes 21 de junio de 2022 el legislador participó en la ceremonia del Año Nuevo Andino 2022 en Apurímac. La ceremonia ancestral se realizó en el complejo arqueológico de Sondor, en la provincia de Andahuaylas.
El parlamento explica -según su informe- que la actividad es parte de la cosmovisión andina que nos lleva al pasado glorioso de nuestro país” en donde los antepasados rendían un culto a la fuerza de la naturaleza y la salida del sol que era considerada como un dios”.