Desde San Martín un llamado a la coherencia
Concesiones mineras autorizadas por el Ejecutivo ponen en riesgo el Área de Conservación Regional Bosques de Shunté y Mishollo
San Martín enfrenta una preocupante amenaza a sus recursos naturales y fuentes de agua, a raíz de la entrega de concesiones mineras en territorios protegidos por ordenanza regional.
El Consejo Regional del Gobierno Regional de San Martín (GRSM) aprobó el pasado 6 de junio la Ordenanza Regional N.º 007-2025-GRSM, una normativa clave que respalda la protección legal del Área de Conservación Regional Bosques de Shunté y Mishollo (BOSHUMI), reconocida como una Área Natural Protegida de uso directo, parte del Sistema Nacional de Áreas Naturales Protegidas por el Estado (SINANPE).
La ordenanza refuerza el compromiso regional con la Estrategia Nacional de Lucha contra la Desertificación y la Sequía 2016–2030 (DS N.º 008-2016-MINAM), cuyo objetivo es claro: prevenir y reducir la desertificación, la degradación de la tierra y el impacto de la sequía en todo el territorio nacional. En este contexto, las Áreas de Conservación Regional (ACR) como BOSHUMI son instrumentos fundamentales del ordenamiento territorial, con límites claramente establecidos y un régimen especial de protección legal en beneficio de la sociedad.
Sin embargo, a pesar de este marco legal y ambiental, se ha identificado una preocupante contradicción institucional: el Ministerio de Energía y Minas, a través del INGEMMET, continúa otorgando concesiones mineras en el interior del ACR Bosques de Shunté y Mishollo. Esta situación representa una clara colisión entre las políticas de conservación impulsadas desde el nivel regional y las decisiones extractivas autorizadas por el Gobierno central.
Un riesgo inminente para las fuentes de agua y la biodiversidad
La ACR BOSHUMI protege no solo una importante extensión de bosque amazónico, sino también cuencas hidrográficas vitales para la región San Martín. Las actividades mineras, incluso en su fase de exploración, representan un grave riesgo de contaminación de ríos, quebradas y acuíferos, además de la fragmentación de hábitats que son hogar de especies endémicas y en peligro de extinción.
Especialistas ambientales y organizaciones de la sociedad civil advierten que la autorización de actividades extractivas en zonas de conservación viola el principio de intangibilidad de las Áreas Naturales Protegidas, socava la gobernanza ambiental y pone en duda el verdadero compromiso del Estado peruano con sus propias estrategias nacionales.
Silencio y omisión desde el Ejecutivo
Pese a los reiterados llamados desde el Gobierno Regional de San Martín para suspender la entrega de concesiones en estas áreas, el Ejecutivo no ha mostrado voluntad política para corregir el rumbo. La población local, en especial comunidades que dependen directamente de los servicios ecosistémicos de los bosques y del agua, expresa creciente indignación y preocupación por el futuro de su territorio.
Un llamado urgente a la coherencia institucional
Desde el GRSM y organizaciones ambientalistas se exige una coordinación efectiva entre el Ministerio del Ambiente y el Ministerio de Energía y Minas, para evitar que políticas de conservación y desarrollo sostenible sean saboteadas por intereses extractivos de corto plazo. Asimismo, se pide al INGEMMET la revisión inmediata de las concesiones otorgadas dentro del ACR BOSHUMI, priorizando el interés público, la salud ambiental y el derecho de las futuras generaciones a vivir en un entorno sano.
San Martín se encuentra hoy en el centro de una disputa que refleja las profundas incoherencias en la política ambiental del Perú. Mientras una parte del Estado busca conservar, otra entrega territorios al extractivismo.
En este escenario, la defensa del ACR Bosques de Shunté y Mishollo no solo es una causa ambiental, sino una lucha por la dignidad y el futuro de la región.
Leyenda foto:
Existen 59 lotes mineros en el distrito de Shunte, provincia de Tocache, de las cuales 30 están tituladas, 3 extinguidas y el resto en trámite, todas ellas en cuenca de nacimiento del rio Tocache y rio Mishollo, latente peligro de nuestro recurso hídrico.