El anís estrella se utiliza tradicionalmente en infusiones como calmante en el cólico del lactante y como líquido habitual para la ingesta infantil.
El producto que se comercializa en farmacias y tiendas de hierbas contiene el fruto de la planta Illicium verum, también conocido como anís francés o badiana de la China.
La ausencia de control en la presentación y comercialización de este principio activo dificulta la dosificación y favorece la ingesta exagerada, pudiendo provocar reacciones adversas.
Su administración en altas dosis en los lactantes se ha relacionado con la aparición de crisis convulsivas y somnolencia.
Existe otra planta de características ecológicas muy similares, el Illicium anisatum, Siebold o Linné, también denominado I. religiosum, badiana de Japón o shikimi, que no tiene propiedades medicinales, pero sí efectos secundarios muy graves para la salud.
A veces se confunden las dos especies, lo cual provoca la contaminación en los productos comercializados y, con ello, el aumento de la toxicidad.
Las intoxicaciones por productos vegetales son infrecuentes en niños, por lo que ante la presencia de convulsiones en un lactante se piensa en otros diagnósticos como causas infecciosas, metabólicas u orgánicas (incluidos los traumatismos).
El uso del anís estrella es muy habitual en nuestro país por sus efectos terapéuticos, pero hasta el momento sus reacciones adversas no son demasiado conocidas en nuestro medio.
Desde hace años se describe en la literatura médica casos de lactantes menores de 3 meses que tras la ingestión de anís estrella en altas dosis presentaban síntomas neurológicos: irritabilidad, movimientos anormales de algunas partes del cuerpo, nistagmo (movimientos oculares incontrolables e involuntarios) y también convulsiones, así como síntomas gastrointestinales (vómitos y/o diarrea).
En la mayoría de casos, los síntomas remiten sin secuelas a las 24-48 horas, aunque en algunos fue necesario tratamiento médico.
Entre los componentes principales del anís estrella y del anís verde, se encuentran el anetol (80-90%) y el estragol, además de otros elementos.
Tradicionalmente, el anís estrella se ha usado como carminativo (favorece la expulsión de gases intestinales), dispepsia (empacho) y en el cólico del lactante, así como expectorante debido al efecto antiespasmódico del anetol sobre el músculo liso intestinal y bronquial.
Por su alto contenido en los aceites esenciales anetol y estragol, es neurotóxico; también puede originar daño hepático, incluyendo insuficiencia hepática, dermatitis de contacto e hipersensibilidad.
Además, contiene veranisatinas, elemento que presenta una gran afinidad por las áreas del sistema nervioso causantes de convulsiones y toxicidad letal.
Estudios en ratones demuestran que la exposición crónica al estragol en dosis superiores a 0,05 mg/kg actúa como agente carcinogénico.
En los lactantes es más frecuente la toxicidad, ya que los procesos metabólicos y de eliminación están disminuidos y se ha observado toxicidad con dosis diarias sobre 3 g de anís, 1 estrella en 200 ml ó 0,3 g de aceite esencial, informándose cuadros de hiperexcitabilidad nerviosa y convulsiones e incluso depresión del sistema nervioso central, coma, depresión respiratoria y muerte.
En 1987 se publicaron 10 casos de intoxicación en niños entre 7 días y 3 meses de edad, en los que se presentaron llanto continuo, irritabilidad, rigidez muscular, sobresaltos, movimientos oculares atípicos, cianosis y ocasionalmente vómitos y rechazo del alimento.
Y en el año 2001, en España se describieron varios casos de urgencias neurológicas en lactantes con síntomas tales como irritabilidad, hiperexcitación nerviosa, movimientos oculares incontrolables e involuntarios, rigidez muscular o contracciones faciales involuntarias.
Estos síntomas se presentaron en niños después de ingerir infusiones de anís estrella durante un corto periodo de tiempo.
En general, eran infusiones con 3-6 frutos en una dilución de 40 y 100 ml de agua.
En el Perú, ya desde el año 2004, el MINSA emite un comunicado alertando de este riesgo y menciona las dosis que deberían recibir los niños y adultos de estas infusiones para evita el riesgo de sus efectos negativos.
RECOMENDACIONES DEL MINSA
http://www.digemid.minsa.gob.pe/UpLoad/UpLoaded/PDF/Alertas/2004/ALERTA_14-04.pdf
PREPARACIÓN:
La infusión, en el caso de utilizar “anís verde”, se debe preparar añadiendo los frutos (1g) o una bolsita filtrante en una taza de agua (250 ml) recién hervida.
Si se utiliza “anís estrella”, la infusión se debe preparar añadiendo 1 estrella de anís (aprox. 1 g) en una taza de agua recién hervida (250 ml).
DOSIFICACIÓN:
Niños y Menores de 2 años: 1 cucharada sopera de infusión sola o disuelta en agua. No sobrepasar nunca esta dosis.
Niños de 6 a 12 años: media taza de infusión.
Adultos: una taza de infusión.
La infusión debe consumirse al momento y no guardar el sobrante, ya que pierde sus propiedades y puede deteriorarse.
RECOMENDACIONES
Recomendamos que las hierbas tradicionales se deben comprar solo en establecimientos reconocidos y no administrar a lactantes como “remedios caseros”.
Aunque el anís estrella se utiliza tradicionalmente, su comercialización debe ser regulada por las autoridades sanitarias, ya que su uso incontrolado en niños presenta riesgos para la salud.
Además, el agradable sabor y la creencia popular en su seguridad, puede provocar un uso abusivo con las consecuencias descritas.
Dr. HÉCTOR PEREDA SERNA – PEDIATRA
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