Lo que es un secreto a voces, dio a conocer el programa Panorama el fin de semana cuando el alcalde del distrito de San Juan Baustista de Ayacucho, denunció que un funcionario del Ministerio de Economía y Finanzas le pedía una coima a cambio de sacar el presupuesto para la obra solicitada.
Esta denuncia no es novedad para quienes en algunas oportunidades hablamos con alcaldes y también empresarios, que aseguran o reafirman lo que denunció el alcalde Mardonio Guillén, quien con mucha impotencia e indignación manifiesta que por no “otorgar” el 5 por ciento del presupuesto para un obra de saneamiento.
Uno de los funcionarios que estaría involucrado en el “negociado”, labora en la Dirección General de Presupuesto Público con más de 30 años en la institución y es por eso, que siempre se menciona que la corrupción está enquistada en todos los sectores del Estado, desde los niveles más altos que impiden que los alcaldes que “no se ponen a derecho”, pierden la oportunidad de lograr obras para su localidad.
Es ahí dónde empezaría el vía crucis de las obras públicas, luego se viene la famosa “coimisión”, ahora, a la empresa, para que luego los funcionarios municipales o regionales, también tengan la tajada de la tan mentada “comisión”.
Y es así como en muchas oportunidades vemos obras inconclusas, obras mal ejecutadas, por el mal uso de los recursos del Estado. Esta situación es muy comentada en todo el aparato estatal y los más perjudicados, los ciudadanos que nos “acostumbramos” a esta situación, pero eso no debe impedir que sigamos indignándonos y exigir que se utilice de manera correcta los recursos.
Mucho ojo a lo que sucede, hay que desterrar a los coimeros.