Siempre se me hace difícil intentar explicar lo que siento cuando conozco una nueva tragedia de violación y asesinato a menores de edad.
Pero lo que ha sucedido en Lima, hasta la fecha ha roto todos los esquemas, es lo más inhumano que he visto, lo más despreciable y lo más increíble.
Toda violación es un hecho que debe castigarse con todo el peso de la ley, ¿y qué sería eso?, como no existe pena de muerte en nuestro país, considero que la castración química podría ser una posibilidad, es una percepción que debería tenerse en cuenta.
La forma cómo asesinaron a una pequeña, no tiene perdón. Me traslado por un instante al dolor que pueda sentir la madre, el padre y realmente duele y hace sufrir.
De enero y octubre del 2017, el Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables (MIMP) atendió 2 mil 480 casos de violación sexual a niños y adolescentes en el país; 86 de estas víctimas son niños menores de 5 años. Los casos reportados son solo los atendidos por los Centros de Emergencia Mujer (CEM).
Es el 48% de los casos de violencia sexual a menores de edad atendidos por el sector. Estos incluyen, además de violaciones sexuales, casos de tocamientos indebidos, exhibicionismo, así como someter a los niños a presenciar relaciones sexuales o ver películas pornográficas.
Cifras de terror que no disminuyen, al contrario, aumentan y debería, de una vez por todas determinar mayores sanciones a estos indeseables que lo único que logran es temer que podríamos sufrir por ello y hayan vidas que jamás podremos recuperar.