Decir adiós fue dificíl para mí

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Creo que todos podemos estar de acuerdo con lo inclemente que suelen ser los negocios cuando la adversidad les estampa toda su crudeza, cuando recordamos a Charles Darwin con su frase más célebre que hasta el día de hoy sigue tan vigente como en 1860, sentimos que una parte de nuestras vidas se va con estas marcas, algunos soportan mejor que otros, pero el tiempo pasa y lo único constante es el cambio.

Hace más de 60 años, la gente empezó a ver a algunas empresas hacerse más ricas y exitosas, se creían que eran indestructibles, no había nadie tan osado en hacerles frente, pues tenían mucho poder y casi acaparaban la totalidad de la cuota de mercado transformándolos en una especie de monopolio comercial. Una de ellas es quizá la más estudiada a nivel casuístico por muchas universidades, representa un claro ejemplo de ese darwinismo realista y severo; me refiero a Kodak y a su intento fallido por ese afán tan insensato de querer pretender controlar al mercado, justo cuando éste empezó a cambiar y a desarrollar nuevas exigencias; claro, si buscas en internet, dirán que la empresa no ha desaparecido y más bien están en un proceso de reingeniería y renovación, sin embargo, si no estás en la mente del consumidor y solo te toman como estudio de caso, créeme que has desaparecido.

Pero no voy a hablar de Kodak hoy; hace un par de días, el mundo se despidió de un grande de la tecnología informática, le dijimos adiós a TOSHIBA, una de las empresas que de forma muy particular, habían logrado un posicionamiento significativo en el mercado de computadoras personales. Esta empresa con más de 140 años y grandes utilidades a lo largo de su historia tuvo un 2015 fatídico, pérdidas colosales en cifras que los obligaron a despedir miles de empleados, Toshiba cerrará sus puertas próximamente en USA, Europa y por supuesto Latinoamérica.

A los amantes de las experiencias de empresarios visionarios y exitosos relatadas y transcritas en libros hechos “best sellers”, hay uno que en particular me gusta mucho y les recomiendo leer, el de Jim Collins – “Build to last” (Creados para durar) en donde este autor investiga y evidencia las experiencias, esos mitos, paradigmas y esquemas que estas empresas han sabido romper y manejar de forma diferente, lo cual los ha llevado a convertirse en empresas visionaras por más de 50 o incluso más de 100 años de existencia; en su primer capítulo pone como ejemplo a Motorola, Sony, IBM y muchas más, sin embargo quiero hacer mención de estas tres, ya que, el libro salió en 1992, recordemos que a la actualidad Motorola entró en crisis y fue adquirida por Google, Sony dejó de ser líder en ventas hace mucho, por lo cual las empresas koreanas como LG y Samsung han sabido calar en el mercado de mejor forma, IBM solía ser el pionero en la manufacturación de portátiles pero Apple y entre otras empresas la desplazaron para que ahora haya segmentado sus productos en la creación de servidores y software. En resumen, estas dos últimas décadas han sido de grandes cambios para grandes corporaciones en el mundo, todo se ha vuelto más competitivo.

Decir adiós a empresas que tanto han formado parte de nuestras vidas es netamente difícil de asimilar, porque a veces es increíble pensar que teniendo tanto poder económico para contratar a las personas correctas que los lleven a generar ideas innovadoras, que no hagan sino colocarlos siempre en el primer lugar de sus respectivos mercados a nivel global, pero no se trata solo de eso, el poder del cambio parece ser mucho mayor ante estos escenarios, mientras más pasa el tiempo, nos seguimos llenando de información y los consumidores buscarán siempre nuevas formas de satisfacer sus necesidades, también están los malos manejos administrativos que a muchos les hace perder cuantiosas cantidades de dinero.

Yo le dije adiós a mi afinador portátil de guitarra hace muchos años, ya que tengo uno bastante más dinámico y simpático en mi iPhone; seguro que muchos de mis amigos confiaban tanto en TOSHIBA por ser una firma japonesa pionera y de calidad; sin embargo, así como Kodak que viene restaurándose poco a poco penetrando en mercados de rollos de películas para Hollywood y entre otros, Toshiba seguro que también vendrá con alguna sorpresa bajo la manga, aunque no lo sabremos en un buen tiempo.

Finalmente, estoy contento porque he llegado a mi edición número 20 de esta columna, gracias a todos por leerme, nos vemos el próximos jueves con más #MundoMarketing, pronto se vendrán nuevas sorpresas que ya os estaré comunicando, chau.

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