En el 2016 miles de peruanos nos acercaremos a las urnas para votar, asimismo, miles de jóvenes lo harán por primera vez unos residentes en nuestra patria y otros, esa gran cantidad de peruanos que vivimos olvidados emigrados fuera del Perú, votaremos con todo el derecho buscando lo mejor de nuestra patria grande y señorial.
Yo desearía reflexionar diciendo a todos: “No hagas nada de lo que te puedas arrepentir” el voto en democracia se debe ejercer desde la responsabilidad. Somos libres pero responsables de nuestros actos. El papel firmado que depositaremos en las urnas va a condicionar nuestros próximos años y puede ir mas allá de lo que pensamos porque siempre el accionar del hombre es un misterio.
Votemos por lo tanto de manera reflexiva desde la racionalidad, buscando el bien común dejando las vísceras y hasta el corazón para otras ocasiones. La democracia, mientras no se demuestre lo contrario, siempre es un sistema imperfecto mediante el cual optamos siempre entre distintas alternativas: Si no gobierna A, terminará gobernando B, o gobernando C. Hoy las ollas de la política han iniciado su calentadora y todos buscan salvar el Perú, hay teorías, hay proyectos, hay empeños, hay voluntad, hay todo en este noble deseo de cambiar la cara del Perú y de los peruanos.
El ruido de la memoria histórica, algunos lo desean aprovechar, la manipulación de la justicia para reabrir heridas pasadas es el timbre de otros para atender demandas justas, de desaparecidos, y de grandes robos de dinero… el revanchismo de algún sector que va sembrando trincheras en la opinión pública. La democracia peruana hoy vuelve a manifestarse con toda su fuerza y hoy va generando tantas expectativas: cambios, alianzas, nuevas políticas, nuevos rostros.
La urnas en este 2016 reflejarán la renovación en el marco de una democracia y de una continuación fuerte y vigorosa. El Perú debemos salvarlo con los peruanos. El Perú, en estos últimos años ha tocado fondo con las finanzas, como la Europa con las crisis de todo tipo y de toda índole, incluso la Iglesia… pero la democracia siempre trae esperanza en medio de ese submundo que hemos vivido en este tiempo que va terminando: en nuestro país, hemos alcanzado los mayores niveles de huelgas de: policías, jueces, fiscales, médicos enfermeras, maestros y en aparato social muchos espacios gritan unidad… el 2015 nos dejó una huella dura ambigua de inseguridad pero como se dice con términos folklóricos, de todas maneras todo es posible en Perú.
En los últimos tiempos a consecuencia de la crisis de este colapso social y moral se necesitan hombres y mujeres con un perfil político sano, sin extremismos, sin fanatismos, sin sentimentalismos, deseamos un político sin parches del pasado ni estupendo payaso decorado, necesitamos de un congreso y de un gabinete presidencial que sirva y no se sirva del Estado, un servicio al Perú y su gente. El gobierno que se va y el congreso saliente da mucho que desear, si se diera el jucio final en una sentencia justa, pocos se salvarían… algunos buenos quedan…pero pocos.
Me gustó mucho la frase del expresidente del Perú, Fernando Belaúnde Terry, que decía: “dos veces fui presidente del Perú y nunca me compré una casa”… Un buen camino y ejemplo para el futuro político de hoy…. sean así… pero qué triste… ser presidente, ser congresista, ser alcalde, (menos mal en mi tierra no hay esto), ser gobernador es ser buen sofista… buena uña larga … buen mentiroso…. ¿La democracia? no es eso la democracia, es un camino distinto. Votemos un presidente bueno y un parlamento honrado.
Roma 17 de enero del 2016