Perú ha presentado una denuncia contra la “violación sistemática de derechos humanos” en Venezuela ante el Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas, con sede en Ginebra.
La decisión de Perú fue respaldada por 53 miembros de la ONU, entre ellos los países que conforman el Grupo de Lima y la Unión Europea, explicó la cancillería peruana en un comunicado el jueves en la noche.
Los países urgieron a Venezuela a restablecer el estado de derecho y abrir sus puertas a la asistencia humanitaria, en la medida que la crisis económica que sufre la nación sudamericana agrava la escasez de medicamentos y se evidencia una creciente desnutrición.
Las fuerzas de seguridad de Venezuela son sospechosas de cientos de muertes y gozan de inmunidad judicial, lo que indica que el estado de derecho es “prácticamente inexistente” en el país, dijo la oficina de derechos humanos de la ONU en un informe el mes pasado.
Los críticos dicen que el presidente Nicolás Maduro ha usado tácticas cada vez más autoritarias mientras la economía se hunde más en la recesión y la hiperinflación. Las condiciones han provocado la emigración de cientos de miles de venezolanos en el último año.
El “agravamiento de la crisis ha generado el éxodo masivo de ciudadanos venezolanos que han emigrado a diferentes países de la región”, apuntó el canciller peruano, Néstor Popolizio, en la nota.
“Nos preocupan las denuncias sobre graves violaciones de los derechos humanos que incluyen ejecuciones extrajudiciales, uso excesivo de la fuerza, detenciones arbitrarias, torturas y malos tratos y la falta de acceso a la justicia”, dijo el embajador peruano Claudio Julio de la Puente Ribeyro en un comunicado conjunto con el Consejo de Derechos Humanos de la ONU.
La escasez obliga a las familias venezolanas a reducir drásticamente su consumo de alimentos y las instalaciones de atención médica carecen de medicamentos y equipos, destacó de la Puente Ribeyro.
“Hacemos un llamado a Venezuela para que reconozca la gravedad de su situación y abra sus puertas a la asistencia humanitaria, para que coopere con los mecanismos de derechos humanos del Consejo”, añadió.
Venezuela, respaldada por los aliados Cuba y Bolivia, interrumpió repetidamente a De la Puente Ribeyro mientras leía. Ellos plantearon objeciones de procedimiento en un intento por impedir que hablara, pero el presidente del foro, el embajador esloveno Vojislav Suc, dictaminó que podía proceder.
El embajador representante permanente alterno de Venezuela ante la ONU, Félix Peña Ramos, rechazó la “interferencia arbitraria o ilegal”.
Pero la embajadora mexicana, Socorro Flores Liera, dijo: “Nos preocupa que los países que hablan de politización sean realmente los que están politizando los debates, evitando que un grupo de países haga declaraciones”.
El diplomático británico Bob Last dijo que la asistencia técnica no podría abordar todos los problemas de derechos humanos en Venezuela, “pero este sería un buen comienzo y en línea con lo que se espera de un miembro del Consejo de Derechos Humanos”.
Estados Unidos, que por lo general habla sobre Venezuela, estuvo notoriamente ausente. El país se retiró del Consejo el mes pasado, pidiendo reformas para corregir lo que ve como un “prejuicio crónico anti-Israel”.
“Esta declaración conjunta se produce en un momento crítico: Venezuela está en una espiral descendente sin un final a la vista”, dijo Leila Swan de Human Rights Watch en un comunicado.
“El creciente coro de preocupación internacional resalta la necesidad de reportes continuos y acciones en el Consejo de Derechos Humanos hasta que Venezuela termine con la brutal represión contra su gente”, sostuvo.