Más allá de todo lo que pueda decirse en torno a la subida intempestiva de Guzmán en las encuestas (que creo que es más por la capacidad de venderse que por su mensaje), creo que el Perú está destinado a una continuidad de gobiernos de derecha durante por lo menos algún tiempo.
Y esta continuidad solo para los medios de comunicación ha solucionado los problemas estructurales que tenemos. Nos dicen pues, que hay menos analfabetos, que hay mejor salud, que somos más libres.
No obstante, estamos de acuerdo a indicadores internacionales estamos en los últimos puestos en educación del mundo y algunos países de situación paupérrima del África nos vencen en lo que se refiere a comprensión lectora. Asimismo, en lo que respecta a la salud, si entras sano, sales muerto de nuestros hospitales y hay muchas noticias que así lo confirman. Y si hablamos de libertad, en muchas ciudades de nuestro país, no puedes salir pasadas las 10 de la noche, ni reclamar con libertad contra una empresa, pues te matan.
Ese es el espejismo que se ha construido en nuestro país, un país en el que las brechas se han incrementado de una forma radical y no hay quien ponga freno a las ambiciones de los grupos de poder. Espero que pueda ingresar por lo menos con un 10% a la batalla Verónika Mendoza, una brillante joven de 35 años a quien no le alcanzó el tiempo para construir un partido sólido, o cuando menos un partido sin tantos dinosaurios como el que ahora la alberga y que lamentablemente, a pesar de su grandeza, no da la talla.
Yo seguiré con mis dudas (que espero sean equivocaciones), en torno a Julio Guzmán, quien entre otras cosas ha develado planes preocupantes para nuestro país, como por ejemplo su intención de desaparecer la consulta previa, o la de entregar a nuestro país a las necesidades de los judios, como por ejemplo, no decir nada cuando se mata gente en Palestina, entre otras muchas cosas que me han indignado de su discurso.
Es el turno de la derecha, ya que la izquierda de Ollanta Humala ha traicionado a un país que buscaba cambios y se ha convertido en más de lo mismo. Y es la derecha la que empieza a asomar con éxito en Latinoamérica, con la presencia de impresentables en la presidencia como en el caso de Macri, quien empezó cometiendo varias barrabazadas.
Realmente espero que el Perú mire con atención a otras opciones o de ser las dos que se encuentran en primero como opciones, las que logren la victoria, que trabajen por un paìs más justo.