EN LA NOCHE NO HAY VIGILANCIA CONSTANTE EN EL LUGAR
Así reportó el personal del Serenazgo mientras realizaba patrullaje por la zona, los efectivos se percataron que un promedio de 15 metros de baranda que servía de protección habían sido derribados.
Al parecer serían personas de mal vivir que acuden en horas de la noche aprovechando que no hay vigilancia constante en el lugar debido al estado de emergencia.
Los vecinos denunciaron la presencia de gente de desconocida por las noches, que han convertido las escalinatas en “fumadero” y consumo de licor, incluso con la presencia de señoritas.
Falta presencia policial
Los moradores hacen un llamado a la Policía y al personal del Serenazgo para realizar operativos de forma constante para desalojar a estas personas que han convertido a este apacible sendero en un refugió de gente de “mal vivir” (Franclin Laván)