Cuánta dulzura existe en medio del bosque. Cuánta maravillosa especie ronda los árboles cuando uno se funde con el verde. Hoy desperté a las 6 y 30 de la mañana y me dirigí a Alto Shilcayo para preparar un documental sobre polinizadores de esta parte de Tarapoto y también de peces de nuestro río Shilcayo y en verdad encuentro en ello el arrullo de los problemas comunes.
Nada pesa más que la preocupación por mantener para el futuro, para mis hijos. Es por ello que leo con suma preocupación, la intención del gobierno peruano de depredar para la siembra de palma aceitera, grandes hectáreas de bosques primarios en la Amazonía, información que no necesariamente es debatida en el país, pero que los más reputados medios europeos y hasta norteamericanos sí tratan.
Sucede que la costumbre dice que sin ningún freno, las empresas agrícolas pueden despedir para siempre el 70% de estas tierras a través del cambio de uso sin que haya ninguna conmiseración por la posible desaparición de especies únicas, que ni siquiera han sido investigadas por la ciencia, para conocer potencialidades enormes.
Pronto informaremos más sobre el particular. Una ola de destrucción llega desde Lima…