Al señor gobernador regional le hicimos llegar hace algunos años la iniciativa para que en el Bajo Bayo tengamos un gran parque central. Lo hicimos como organización de desarrollo y lo derivaron al Proyecto Huallaga Central y Bajo Mayo y ahí duerme el sueño de los justos. Cuando últimamente tratamos el tema con un poderoso funcionario regional, sin el mayor interés nos dijo que ese era un tema de Walter Grundel. Pero el tema del parque se le alcanzó en reiteradas oportunidades al alcalde Grundel quien, como respuesta, nos comunicó que trasladáramos el asunto hacia la gobernación regional, como lo hicimos, con el resultado ya conocido. El asunto es como si estuviéramos arando en el desierto, porque hay tanta indiferencia en el tema de los parques.
Sin embargo, hay otro problema; y es el de querer convertir la sede de la DRASAM, de Tarapoto, en un parque temático, trasladando las oficinas de esta entidad, como las de las Direcciones Regionales de Producción, de Trabajo y Promoción del Empleo y de Comercio Exterior y Turismo a ambientes cerrados y quizá tugurizados. ¡El colmo! ¡Perder un espacio con inmensas áreas verdes y un bosque urbano para poner quizá representaciones de chullachaquis, runamulas, y yacurunas, entre otras cosas! ¿Por qué no crear políticas públicas que expresen que las oficinas públicas funcionen en grandes espacios? Pero, ¿qué es un parque temático? Otro caso parecido: la gestión del señor Grundel ha convertido la conocida concha acústica en un conglomerado de cemento. Lo grave: no hay funcionarios que les digan que están equivocados.
El señor gobernador tal vez no esté enterado que los trabajadores de las sedes mencionadas no están de acuerdo con su decisión, que ya parecería inminente. Son opiniones silenciosas pero expresivas. Tiene a su favor que la gente, tal vez por miedo, no le ha transmitido de manera orgánica y formal sus opiniones sobre el tema. Los sindicatos se han puesto en cura de silencio de manera inexplicable. Pues, ¿por qué destruir espacios como el de la DRASAM? ¿Por qué no dejarles los parques temáticos a los emprendedores privados que pueden invertir en estos asuntos también loables? Ya hay uno en La Banda de Shilcayo. Y este tema debe merecer una amplia discusión y propongo que el Colegio de Ingenieros motive un dialogo serio con Comunicando como ponente.
Si municipalidades distritales de Lima se están oponiendo a que Luis Castañeda destruya avenidas para poner cemento con el pretexto de ampliar las vías, la comunidad tarapotina debe hacerle conocer su posición al gobernador. La esperanza estaría en el FRECIDES; necesitamos grandes espacios públicos para áreas verdes, porque hacer de la DRASAM un parque temático no es una feliz idea. Lo triste es que los funcionarios, por no perder su protección y un puesto de trabajo, no se animen a decirle que hay mejores opciones. Pero tengo una esperanza: sigo confiando en don Víctor Manuel Noriega Reátegui, pues es una persona seria, sensible, inteligente y buena gente, como me demostró cuando lo traté en una entrevista en la televisión. No nos defraude señor Gobernador Regional: la sede de la DRASAM debe ser un monumento histórico.