El jabón está hecho para eliminar la suciedad y la grasa de la piel. Sin embargo, al contrario de lo que muchos piensan enjabonarse podría traer más bacterias debido a la resequedad que genera.
Según Elaine Larson, experta en enfermedades infecciosas y decana asociada de investigación en la Escuela de Enfermería de la Universidad de Columbia, en Estados Unidos: “La piel seca y escamada puede abrir puertas a los gérmenes y a las bacterias. Ducharse con demasiada frecuencia si la piel está seca puede empeorarla”.
Larson considera que para mantenerse a salvo de bacterias bañarse dos veces a la semana es suficiente, aunque esa cantidad probablemente no quitará la sensación de suciedad.
“Hay que enjabonarse orificios, trasero e ingles, donde se producen secreciones de fuerte olor. El resto del cuerpo no necesita mucho jabón”, asegura la especialista.