La economía se ha convertido en el tema medular de la actual campaña electoral. En una familia, la economía se sustenta en el ingreso monetario de los padres y en las adquisiciones de bienes. En el país, de igual forma, se sustenta en el ingreso monetario de las arcas del Estado y en la capitalización de los recursos.
Los ingresos monetarios del Estado se dan por los impuestos que pagamos los que vivimos y por las ventas de los productos y recursos a compradores foráneos. La vida del ser humano tiene un costo en cualquier parte del planeta: Por el territorio que se utiliza para la vivienda, por los servicios diversos de agua, energía eléctrica, gas, internet, por las transacciones comerciales diversas.
Toda persona debe pagar sus impuestos. Con éstos recursos se siguen construyendo nuevas infraestructuras comunitarias y se las hacen operativas. De manera que el dicho: “todo paga el Estado”, es simplemente demagogia. El dinero del Estado es de todos. Por esa razón, se construyen infraestructuras como carreteras, vías ferroviarias, aeropuertos, puertos fluviales, escuelas, postas médicas, calles, parques, centros culturales, centros deportivos.
Ahora, los servicios que prestan estas infraestructuras tienen costos operativos para el mantenimiento, para la operación misma y para el mejoramiento.
¿Cómo se puede utilizar una carretera, una escuela, una posta, un aeropuerto sin pagar los costos de operación? Estas infraestructuras son nuestras, debemos cuidarlas y debemos pagar los costos operativos a quienes hemos encargado esta misión.
Entonces, los ingresos del estado provienen de los impuestos de los ciudadanos. Pero, también tiene su origen de la venta de algunos recursos como el petróleo, el gas, la minería, la pesca.
No nos ha costado producir porque son de la naturaleza, pero por la posesión jurisdiccional nos corresponden y nos dan el derecho de aprovecharlos de la mejor forma.
Aunque en realidad, sin pensaríamos mejor, estos recursos no deberíamos venderlos, teniendo en cuenta la necesidad que experimentarán nuestras progenies en el futuro.
En los últimos años, la supuesta bonanza económica que vivió el país, con crecimientos que bordeaban los 6 % anuales, estaba sustentada en la minería, en el buen precio de los productos mineros. Pero fue como flor de un día, muy pasajera, que brillaba con el radiante sol de mediodía, pero luego llegó de nuevo el ocaso entristecido que le opacó. Por eso, la economía del país debe sustentarse en la producción variada, porque se genera una economía sostenible en el tiempo, acompañada de la ocupación lícita de la población.
En el país, la economía debe sostenerse en la producción agraria, en la producción pecuaria, en la producción piscícola, en la producción de floristería, en la producción agroindustrial, en la producción de lana, en la producción de pieles, en la producción de calzados, en la producción de telas, en la producción de ropas de moda, en la producción de artes metálicos (Los productos metálicos no deben ser vendidos como materia prima, sino, transformados mediante los artesanos en diversos sub productos para el consumo final).
Esta orientación supone, la especialización de la población productora, para encarnar las necesidades de los exigentes mercados del planeta y lograr su satisfacción comercial. Existen países que carecen de recursos naturale
s, en cambio, ostentan alta especialización de su población y venden tecnología y productos tecnológicos, acorde a los mercados. Existen países, que teniendo abundante recursos naturales, prefieren por ahora comprar a otros a precios bajos y reservar lo suyo para sus futuras generaciones. La economía del país, del Estado hay que cuidarla, es un serio deber ciudadano.