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Marcas siguiendo el paso de sus potenciales víctimas. Víctimas al retirar una buena cantidad de dinero de las entidades financieras. La policía cuestionada muchas veces, sobre todo de algunos malos efectivos que le dejan mal parado a toda la institución. La sociedad que en la mayor de las veces, ciegamente confía en los que administran justicia, saliendo en algunos casos trasquilados, cuando no se hace justicia a favor de las causas justas, y a favor de los desamparados.

Hace un par de días la comunidad de Tabalosos fue testigo de un episodio horroroso: sus propios hijos en una temprana edad, aún estudiantes de secundaria, fueron los autores asaltantes en la carretera de esa zona. Hoy están en la ciudad de Chiclayo en una institución carcelaria, supuestamente para ser rehabilitados. Cumplirán cinco años de prisión.

En su momento las autoridades educativas; los padres de los menores; las demás instancias, se rasparon las vestiduras y se lavaron las manos, como quien decir yo no fui, a mi no me compete tamaña responsabilidad sobre los casos de descontrol de los menores.

Se comprende fehacientemente que las instituciones educativas, no es el refugio de los milagros; no es el lugar suficiente para enderezar actitudes que vienen enraizadas ciertas conductas tuertas y chuecas desde el hogar. Si el hogar es carente de los mínimos valores de la disciplina y el respeto, la escuela o la institución educativa, no tendrá la varita mágica, cual Moisés que hizo desaparecer la culebra. La analogía corresponde a lo siguiente: que ninguna institución educativa pública o privada, es la expedicionaria de los mejores modelos de conducta, pues el mejor modelo de conducta seguirá siendo siempre el hogar; el entorno donde se desarrolla el muchacho; el tipo de sociedad donde vive, que si ésta sociedad le absorbe la diversión fácil; las discotecas en cantidad; el tipo de programa nada sustancioso que ve permanentemente en la televisión, y ninguna agenda permanente de lectura. ..ya sabremos cuáles son o serán los resultados.

Se está viendo poco o nulo compromiso de la juventud con una agenda cultural propia; con una agenda de lectura permanente y propia. Son pocos los estudiantes que leen, y los que leen muchas veces lo hacen condicionados por la presión de las calificaciones; es decir, se comprometen para los casos inmediatistas, sin ninguna proyección futurista para largo plazo.

Si ante esta circunstancia facilista del estudiante, que no responde a las nobles causas de la lectura, y que rehúye al esfuerzo y al sacrificio, fácil víctima será de cualquier tipo de mafia que se cruza en su camino, y que le será imposible salir de ello, por los grandes tentáculos de placer y por el gran dinero fácil que encuentra de la noche a la mañana.

Esto pasó con Oropesa, joven que de la noche a la mañana le sonrió la vida con dinero millonario mal habido, y que este facilismo que era producto de la mafia del narcotráfico, le saboreó hasta el último de sus ambiciones, permitiéndose el lujo de una manera desenfrenada y con una vanidosa actitud aplastante, que le permitió ganar propiedades, vehículos de último modelo, viajes por el mundo; pero a vuelta de la esquina inmediata, estaba cavando su propia sepultura. Gente de su entorno vienen muriendo; incluso antes que estalle este escándalo, ya estaba en la mira para ser victimado por otros compañeros celosos metidos en la misma organización mafiosa.

La mafia, en cualquiera de sus formas, opera así, un momento te hace vivir en la gloria, con riqueza material y placer en abundancia. Pero como toda cosa mal habida, es obtenida fácilmente, fácilmente también se acaba.

Aquellos que victimaron recientemente a un ciudadano, producto de esta mafia de las marcas que en Tarapoto y el Dpto de San Martín, van creciendo, sus días lo tienen contado. Las leyes de la vida y de la circunstancia, son como la ley de la gravedad, que todo da vueltas y todo cae, más aún si las cosas que exhibes no es producto de tu esfuerzo y de tu propio valor.