Hace ya un tiempo, entre tantos artículos injustamente desechados de mi bandeja de entrada encontré uno que llamó mi atención, el título: Perú el país más necio de todos, era inquietante y lo firmaba Eduardo Ísmodes, más allá del contenido, el mensaje que logra trasmitir provoca la misma rabia e impotencia que sentimos al entender que solo la educación, la investigación y la innovación son capaces de sacarnos del nivel de vida en el que nos encontramos, y no hacemos nada como país al respecto.
No se si han podido notar que, el discurso de políticos candidatos a gobiernos locales, regionales, congresistas e incluso a la presidencia, está lleno de ofertas electorales que pasan por: construcción de carreteras, revoluciones productivas, energía eléctrica, empleo, agua, desagüe, cifras macroeconómicos y muchos etcéteras que hacen larga la lista de obras, porque es lo que finalmente cuenta, obras son amores y no buenas razones han dicho siempre los políticos más añejos y porque no avezados que han pasado y sobrepasado los límites de la corrupción.
Confundiendo el verdadero rol que compete a los congresistas, ofreciendo ser promotores de inversiones antes que generar leyes a favor del desarrollo humano, hemos visto caer un presidente, donde congresistas planeaban repartirse las obras a cambio de prebendas contra votos infames, sin embargo en el tema de la educación nadie aporta nada significativo, como si estuviéramos contentos con que nuestros hijos vayan al colegio o a la universidad a ser parte del hacinamiento de aulas sobre todo en las escuelas y colegios públicos, inclusive en los privados es necesario contar con un número mayor a 30 alumnos por aula para poder “cubrir los costos”, disminuyendo con ello la calidad del aprendizaje.
El nuestro, parece un país donde la necedad impera, como si tuviéramos algo en contra de nosotros mismos, la educación pública sigue postergada y los signos que nos mandan desde el poder abonan en ese sentido, solo hay que recordar que en uno los lustros donde se generó hiper corrupción, uno de los ministros de educación que más tiempo estuvo en el cargo, era rector de una de las universidades privadas, como poniéndole candado a la posibilidad de que la Educación Básica Regular mejore su calidad, no era conveniente que se envíe al mercado universitario gente con poca capacidad adquisitiva, evidente conflicto de intereses que a nadie parece haberle importado.
Los intentos por mejorar la educación todavía son muy débiles, se ha mejorado en algo el presupuesto para la educación, pero eso no es suficiente para cubrir el déficit que tenemos, se habla de 150 mil millones solo en infraestructura educativa, que representa cerca del 50% del PBI anual, vemos niños estudiando de pie en colegios que se caen a pedazos, mientras tanto ni el congreso ni el gobierno hacen mucho por trazar una línea que rompa definitivamente este camino de creciente desigualdad en nuestro país donde la educación es uno de los factores que la favorecen.
Van a cumplirse dentro de poco 50 años desde que en Finlandia decidieron eliminar la educación privada, hoy salvo algunas excepciones, toda la educación básica no solo es pública, es gratuita y obligatoria.
Respecto a la cuestión de evitar la educación privada, dice un informe al respecto, el objetivo es que todos los niños tengan acceso a la educación y al mismo tiempo, que las escuelas sean financiadas por medio de la municipalidad. Esto lo hacen para que la gente se la piense dos veces antes de no pagar impuestos pues impactaría directamente en la educación de sus hijos, sin importar dónde estudien.
También se busca que la educación no sea un factor que aporte a la desigualdad. Es más, insisten algunos educadores en que este modelo, al hacer convivir a estudiantes de todos los estratos sociales (ricos, clase media y pobres) están creando un tejido social más solidario, pues, cuando un niño rico, hijo del dueño de una empresa, crece y hereda la empresa, estará constantemente en contacto con la gente a la que podría afectar tomando una mala decisión que deje desempleados a las y los trabajadores. El niño habrá crecido con trabajadores y sus hijos también lo harán
Por si no nos hemos dado cuenta la educación en el Perú no solo se ha convertido en un factor diferenciador, también es una fuente de generación de injusticia, la pregunta que espera una respuesta clara y contundente, ¿cómo lograr cambiar las estructuras con representantes atrapados en conflictos de intereses, en un país donde la educación se ha convertido en un arma poderosa de desigualdad?