La infraestructura de un colegio es fundamental para el aprendizaje y desarrollo de un niño, ya que puede proporcionar un entorno seguro y saludable que favorece la asistencia y permanencia de los estudiantes en la escuela. Espacios adecuadamente diseñados y adaptados a las necesidades individuales podrían permitir un aprendizaje más eficaz y personalizado, según el Banco Mundial.
Hasta diciembre de 2023, la brecha de infraestructura educativa estimada en el Perú ascendió a S/ 174,603 millones, según Ministerio de Educación (Minedu). Esto significa que se requiere invertir esta cantidad de dinero para cubrir las deficiencias y necesidades en la construcción, mantenimiento y equipamiento de locales educativos, así como el acceso a servicios básicos de agua potable, electricidad y saneamiento.
Un 60.3% corresponde al área rural, mientras que un 39.7% pertenece al área urbana.