Por: Eco. Antony Morales Rojas
El anuncio del gobierno de incrementar la Remuneración Mínima Vital (RMV) de S/1,025 a S/1,130, equivalente a un 10.25%, ocurre en un contexto de estabilidad macroeconómica con inflación controlada (2.3%), tipo de cambio estable (S/3.76 por US$) y balanza comercial superavitaria. No obstante, la débil recuperación económica (PBI en 3%) y un déficit fiscal elevado (3.9% del PBI) revelan riesgos para las micro y pequeñas empresas (Mypes), que conforman el 99% del tejido productivo del país.
Decisión sin base técnica
La medida fue implementada sin el aval del Consejo Nacional del Trabajo (CNT), lo que cuestiona su sustento técnico. Solo el 5% de los trabajadores formales perciben el salario mínimo, por lo que su impacto directo es limitado, aunque sus efectos indirectos podrían ser mayores. Desde 2000, 12 de los 14 aumentos de la RMV coincidieron con periodos electorales o de baja aprobación presidencial, ignorando la metodología técnica del CNT, que vincula los ajustes a la inflación y la productividad. Actualmente, la RMV supera en 12% el valor sugerido, reflejando una caída en productividad.
Consecuencias para las Mypes
Las Mypes, generadoras del 60% del empleo formal, enfrentan baja productividad, limitado acceso a crédito y alta informalidad. El incremento salarial podría aumentar costos laborales, forzando despidos o migración a la informalidad. Desde 2010, el salario mínimo creció un 195%, mientras la productividad avanzó solo un 148%. Esto afecta especialmente a microempresas, donde el 57% de trabajadores percibe entre S/1,025 y S/1,130. El impacto en pequeñas y medianas empresas es menor, afectando al 21% y 11%, respectivamente.
Informalidad y sus riesgos
La relación entre la RMV y el ingreso promedio nacional alcanza un crítico 60%. Este alto porcentaje coloca a las empresas de menor productividad en una posición
vulnerable frente a incrementos salariales, incentivando prácticas informales. En regiones como San Martín y Amazonas, con tasas de informalidad laboral superiores al 85%, el efecto será más pronunciado.
El Fondo Monetario Internacional (FMI) ha advertido que las regulaciones laborales y tributarias en el Perú limitan el crecimiento empresarial y la generación de empleo formal. Según proyecciones, un aumento del 10% en la RMV podría elevar la inflación de 2.3% en 2024 a 3.1% en 2025.
Alternativas necesarias
Frente a este escenario, surgen preguntas sobre la efectividad de esta medida para mejorar el bienestar de los trabajadores. Una política integral que aborde las causas estructurales podría ser más efectiva, incluyendo:
● Fomento de la productividad: Inversiones en tecnología y capacitación laboral.
● Reducción de la informalidad: Simplificación de marcos regulatorios y acceso al financiamiento formal.
● Revisión de costos no salariales: Aliviar cargas tributarias y laborales para fomentar la formalización.
● Estrategias regionales: Diseñar políticas adaptadas a regiones con alta informalidad y baja productividad.
Una visión hacia el futuro
Si bien el aumento de la RMV es un alivio temporal para algunos trabajadores, podría convertirse en un arma de doble filo para la economía nacional. Sin un enfoque basado en evidencia que promueva la productividad, formalización y crecimiento sostenido, el Perú corre el riesgo de socavar a las mismas empresas que sostienen el empleo formal.
Es imperativo que las autoridades adopten un enfoque estratégico y técnico, evitando políticas de corto plazo que perpetúen la informalidad y la precariedad laboral. El desafío está en transformar esta medida en una oportunidad para consolidar un desarrollo inclusivo y sostenible.