Entrevista a la Contadora Haydith Del Águila, realizada por VOCES
“Tenemos los mismos derechos que las demás regiones, de poder transformar y trabajar con el crédito fiscal especial.”
VOCES conversó con la contadora Haydith Del Águila sobre el carácter y alcance de una norma de precisión, el crédito fiscal especial del IGV en San Martín, su impacto en la región, y la experiencia de San Martín en la sustitución de beneficios tributarios. La especialista destaca los logros de la gestión regional y la importancia del trabajo conjunto para avanzar en el desarrollo económico amazónico.
Una conquista colectiva con impacto regional
Es un logro fruto del trabajo en equipo liderado por la Cámara de Comercio, Turismo y Producción de San Martín – Tarapoto, junto con un equipo multidisciplinario de profesionales.
Sobre la presión normativa y los antecedentes legales
Hablamos de presión normativa porque, el 9 de julio de 2011, tras una fuerte movilización social en toda la Amazonía, se logró la restitución plena de la Ley de la Amazonía. Recordemos que previamente se emitieron decretos legislativos, como el 977 y el 978, que modificaron beneficios esenciales de esta ley. Sin embargo, muchos ciudadanos no percibieron su impacto de inmediato.
Uno de los cambios más importantes fue la aceleración del IGV. Desde enero de 2011 comenzó su aplicación estricta en la Amazonía, lo que generó una paralización de obras, incluso por parte del propio gobierno regional, así como un alza de precios debido al efecto del nuevo impuesto.
El papel de San Martín y la ley 28575
San Martín fue utilizada como modelo para las demás regiones amazónicas a través de la Ley 28575, que implicó la renuncia a ciertos beneficios tributarios a cambio de un fideicomiso de 45 millones de soles. De este monto, el componente más significativo era el reintegro tributario, que dinamizaba muchas operaciones en la región.
El retiro del crédito fiscal especial recién estaba previsto para 2012. Por ello, con la restitución plena de la Ley de la Amazonía en 2011, la ley 28575 ya no debía aplicarse en lo relativo a este crédito.

¿Qué es y para qué sirve el crédito fiscal especial?
Este crédito fue diseñado para apoyar a las industrias manufactureras que procesan cultivos nativos o alternativos. En San Martín, gracias al apoyo estatal e internacional, se logró la reconversión de terrenos antes destinados a cultivos ilícitos, sembrando cacao, café, palmito, palma y frutas tropicales.
La meta no era solo ser abastecedores de materia prima, sino avanzar hacia la manufactura, agregando valor a nuestros productos. Para lograrlo, necesitábamos un incentivo que permitiera dar ese paso: el crédito fiscal especial.
El conflicto con la administración tributaria
Aunque inicialmente se pensó que la restitución de los beneficios resolvía el problema, surgieron nuevas dificultades. La administración tributaria, a través de fiscalizaciones, argumentó que San Martín no tenía derecho al crédito fiscal especial debido a la vigencia de la ley 28575. A pesar de las controversias y apelaciones, muchas empresas fueron embargadas y terminaron perdiendo sus beneficios.
Por eso, era fundamental hacer entender al Ejecutivo y a la SUNAT que San Martín tenía los mismos derechos que Amazonas, Madre de Dios, Ucayali y Loreto. “Nosotros también tenemos derecho a transformar y gozar del crédito fiscal especial”, recalca Del Águila.
El rol de la Cámara de Comercio y la necesidad de liderazgo
Detrás de esta lucha hubo un equipo fuerte, con profesionales y especialistas en economía y tributación, coordinado por la Cámara de Comercio de San Martín en Tarapoto.
Este crédito fiscal especial permitirá movilizar la manufactura más allá de la Amazonía, mejorar activos, obtener insumos de mayor calidad y generar empleo digno. En palabras de la contadora: “Este es un triunfo contundente para nuestra región San Martín.”
Un llamado a la unidad regional
Tarapoto ha dado un claro ejemplo de gestión y liderazgo. Hubo una época en que existía una mancomunidad de cámaras amazónicas, pero se perdió por disputas de protagonismo. “No se trata de discutir quién lidera, sino quién se compra el pleito y logra resultados”, subraya Del Águila.
Finalmente, hace un llamado a los líderes empresariales de Rioja, Moyobamba, Juanjuí y otras provincias para retomar esa mancomunidad y trabajar unidos en beneficio de toda la región.