El día de hoy, a la edad de 92 años, los restos de el gran Miguel Ángel Custodio Gómez Texeira, serán enterrados en el cementerio general de Tarapoto. Desde esta columna quiero expresar mi más sentido pésame a toda la familia Gómez y con este pequeño relato quiero honrar su memoria con algunas de sus anécdotas.
Los apuntes que recolecté en mi celular son los testimonios de una agradable conversación del domingo por la tarde entre mis tíos Carlos, German, Miguel y demás durante el velorio del patriarca, en su casa, en el Jirón Leoncio Prado.
Se conversó del Tarapoto antiguo, como era la vida en aquellos tiempos, en 1945 por ejemplo. En que fechas aproximadas se presenció el primer carro, la primera moto y como se fue desarrollando esta querida ciudad. En esas épocas los padres no tomaban con los hijos, en aquellas épocas las familias tenían entre 8, 15 y hasta más de 20 hijos.
Entonces, hablar de la ciudad de Tarapoto es referiste a los hombres que han construido este Tarapoto actual. En la charla se detalló cómo eran las estructuras familiares de aquellas épocas hasta llegar a la familia Gomez Texeira, donde uno de los hijos fue precisamente el que en paz descansa Miguel Ángel Custodio.
Miguel Gómez Texeira, era un tipo recto, con hidalgos ejemplos a enseñado a trabajar a sus hijos. Si alguno de ellos quería un racimo de plátano tenía que ganárselo asistiendo a cultivar en la chacra. A los hijos hombres como una forma de preparar sus fuerzas les hacía cargar sacos de maíz, bajo el estribillo de “Esto es para que aprendan a defenderse”.
Mi tío Carlos Gómez, comenta con una sonrisa que a su papá le gustaba comprar carros viejos, y los tunaba. Miguel Gómez, enchulaba las piezas de diferentes vehículos hasta dejar como nuevo, una versión única para un estilo diferente. Los familiares recordaron que solo había dos mecánicos en Tarapoto.
Otro apunte interesante es que, Miguel Tesheira, como muchos lo conocían y pronunciaban su apellido materno, en honor a mi bisabuela Trinidad. Se conoce que la familia de la abuela fundó la primera Cooperativa en la ciudad.
La familia fue pionera en el cooperativismo en Tarapoto y tuvo en Miguel Tesheira a un destacado extensionista agrícola del Ministerio de Agricultura. El tío abuelo había estudiado en la ESEP lo que es ahora el Instituto Tecnológico.
Este hombre roble y virtuoso, fue representando a la región San Martín a los Estados Unidos de América por allá en el año de 1978. Tiempos donde era toda una novedad viajar al extranjero en vuelos larguísimos.
Como todo un buen hombre del campo y un buen técnico de la agricultura, el tío abuelo sembraba maíz, plátano y tabaco en su charca por donde es ahora el Aeropuerto de Tarapoto.
Todos estos apuntes, de los cuales agradezco, han sido una aleccionadora visita fotográfica mental del Tarapoto antiguo y del hombre que hoy despedimos. Hay una generación que ha hecho mucho y que de pocos se está yendo.
Quiero finalizar diciendo que a través de este artículo podamos honrar la memoria y los sacrificios de los padres de nuestros padres, de esos hombres y mujeres que, en medio de la escasa electrificación, sin accesos a los servicios básicos elementales, han dado el mejor trabajo de sus manos.