Cada año en el Perú fallecen cerca de 400 niños a causa del cáncer, según informó Karina Pujay, presidenta del colectivo Cáncer Infantil en el Perú. La vocera alertó que el país registra aproximadamente 2,800 nuevos casos anuales, pero el sistema de salud no responde con la urgencia necesaria.
“Es alarmante que no se priorice la salud infantil cuando muchos de estos cánceres son curables”, advirtió Pujay, quien explicó que enfermedades como la leucemia infantil, que concentra más de 360 diagnósticos anuales, tienen altas tasas de recuperación si se detectan a tiempo.

Uno de los principales problemas es el diagnóstico tardío. Muchos pediatras del primer nivel de atención no están capacitados para identificar signos como bultos en el cuello o la ingle, sudoración excesiva, sangrado nasal o manchas rojas en la piel, lo que retrasa el tratamiento oportuno.
La situación se agrava por la falta de especialistas. Actualmente, en todo el país existen solo 26 oncólogos pediatras para atender a miles de pacientes. Aunque la Ley del Cáncer Infantil establece la formación de más profesionales, su implementación no ha sido efectiva.
Otro obstáculo es el acceso a medicamentos oncológicos. Pujay relató el caso de un niño del hospital Almenara que esperó seis meses para recibir un fármaco aprobado, lo que evidencia problemas de gestión y no de recursos.
A ello se suma la subejecución presupuestal. Este año se asignaron 126 millones de soles para cáncer infantil, pero hasta la fecha solo se ha ejecutado el 11 %. “Se han devuelto 56 millones de soles que pudieron destinarse a equipos o medicamentos en hospitales como el INEN”, denunció.
Frente a esta situación, el colectivo lanzó la campaña “No me pidas que espere”, que busca visibilizar la problemática y exigir una acción inmediata del Estado. “Los niños siguen esperando un diagnóstico o un medicamento que puede salvarles la vida. Es hora de que el Estado actúe”, concluyó Pujay.



