Moyobamba. A lo lejos parece una escuelita de un profundo caserío, al que para llegar se tiene que ir o a pie, o a lomo de bestia; pero no, esta ubicada en la ciudad de Moyobamba en donde las autoridades se llena la boca para hablarnos de una ciudad pujante de su enorme crecimiento en todo sentido, menos de distribución equitativa de la cosa estatal.
Apenas entro veo en los ojos de los pequeñines la curiosidad, del que pregunta y este quien es. La maestra les dice que saluden y ellos al coro me saludan. Sin embargo el común denominador es que casi el 98 por ciento no lleva uniforme, algunos tienen zapatillas, los más están con sandalias.
Es la realidad de una escuela que esta ubicada a menos de 5 minutos del centro de Moyobamba a la que han denominado Inmaculada Concepción, ubicada en la urbanización Los Algarrabos, que es el fruto del esfuerzo de humildes padres de familia.
No tiene servicios higiénicos, cerco perimétrico, no tienen nada si no habría sido por la caridad de una entidad financiera no tendrían quizás ni pizarra. La profesora Janett Rojas nos indica que son 40 niños los que diariamente y muchos de ellos a duras penas vienen a estudiar. Tienen problemas de salud, bajo peso, constantes diarreas, tos, resfríos, heridas y rasca rasca.
Son enfermedades muy comunes en esta parte de Moyobamba nos dice. Ni hablar de la implementación con sus útiles escolares, no les podemos exigir ya que generalmente después de un mes logran comprarlos. La cuota de Apafa ha sido de 30 soles pero la mayoría no puede pagarlo, por que sus padres son agricultores o motocarristas, que con las justas completan la feria del día.
Dice la directora que les preocupa que mientras hay plata para construir inmensos auditóriums en el colegio Ignacia Velásquez, con inversiones que superan el medio millón de soles, a ellos no les llega nada, no tenemos ni lo elemental, por ello apelamos al espíritu solidario del vicepresidente regional Javier Ocampo para que también haga gestiones para la construcción de un buen infraestructura para nosotros.
La pobreza en este colegio es alta, los niños no tienen acceso a programas asistencialistas por que estamos ubicados en zona urbana, pero la pobreza no conoce de fronteras, igual golpea por este lugar; remarca Janett Rojas, que a veces pregunta a los niños que han desayunado, responden con esa franqueza característica en ellos, “hemos comido profesora arroz con yuca, agua con azúcar, raras veces hablan de leche. De la lonchera ni hablar, no la conocen.
Nosotros hacemos las veces de médicos e incluso traemos pastillas para que los niños se las tomen, por que no tenemos ni botiquín. Una vez quisimos que Esalud nos donara medicinas pero nos contestaron que no esta dentro de su política hacer este tipo de cosas; es decir por un traba burocrática impide aliviar enfermedades, que es la razón de la existencia de este entidad.
Mientras esta escuelita languidece los números en azul de los logros en la educación salen a todo color a nivel nacional en revistas, muy bien pagadas con el dinero de todos. Del mismo modo la distribución de los fondos se hace de acuerdo a la cara o por el “prestigio” del colegio. Así mismo se destina inmensos fondos para pagar a “especialistas” que se tropiezan entre sí en la Dirección Regional de Desarrollo Social.
En los talleres, seminarios, pasantías los bufets están repletos, el aire acondicionado refresca, todos estan hablando de educación y, de que los niños son el futuro. Claro todos atiborrados de comida, llenos, contentos y con altos sueldos a fin de mes. Son los mismos de siempre, es decir de hace 7 años, son los especialistas de power point, del puntero laser, los que llegaron por pegar un afiche y que tienen, mientras este César Villanueva, el puesto asegurado por que son amazónicos. El resto que espere por que hay cosas “más importantes” que hacer…Alfonso Delgado G.