Sobre plaguicidas: El PARAQUAT. La Dirección General de Salud Ambiental e Inocuidad Alimentaria indica que, en la ficha de seguridad química, califica a este ingrediente -PARACUAT- como altamente tóxico y mortal en caso de inhalación.
Sobre el CHLORPYRIFOS, la Agencia de Protección Ambiental EE.UU. reguló el uso de clorpirifos debido a la suficiente evidencia científica que hay sobre los daños cerebrales que ocasiona. El compuesto es un riesgo elevado para los niños debido a que actúa bloqueando la acetilcolinesterasa, una enzima que facilita la comunicación entre las células nerviosas.
En un operativo sorpresa, el Servicio Nacional de Sanidad Agraria (SENASA) intervino tres establecimientos comerciales en el distrito de Rioja, detectando la venta ilegal de plaguicidas agrícolas prohibidos. Como resultado de la inspección, se incautaron 200 litros de plaguicidas con Paraquat, cuya comercialización está prohibida desde 2021, y más de 80 kilogramos de plaguicidas con Chlorpyrifos, prohibido desde agosto de 2024.
Riesgos para la salud y el medio ambiente
La presencia de estos productos en el mercado representa una grave amenaza para la salud pública y el ecosistema. Su uso en la agricultura puede generar residuos tóxicos en los alimentos, afectando tanto a consumidores como a productores. Además, estos compuestos pueden contaminar suelos y fuentes de agua, con consecuencias irreversibles para el medio ambiente.
SENASA reafirma su compromiso con la seguridad alimentaria y la sanidad agraria del país mediante operativos de fiscalización que buscan prevenir el uso de productos nocivos en la producción agrícola.
«La comercialización y uso de plaguicidas prohibidos ponen en riesgo la salud de la población y la sostenibilidad del agro. Continuaremos intensificando nuestras acciones de control para garantizar una producción agrícola segura y libre de sustancias tóxicas», señaló la Dra. Lilian Chea, Directora Ejecutiva de SENASA San Martín.
Los productos incautados fueron retirados del mercado y serán eliminados bajo los protocolos correspondientes para evitar su impacto en el medio ambiente. Asimismo, SENASA hace un llamado a los agricultores y comerciantes a respetar la normativa vigente y optar por alternativas seguras para el control de plagas.
El peligro del Paraquat y el Chlorpyrifos
Paraquat: un herbicida altamente tóxico
La Dirección General de Salud Ambiental e Inocuidad Alimentaria (DIGESA) del Ministerio de Salud clasifica al Paraquat como un químico altamente tóxico y mortal en caso de inhalación, además de ser peligroso por contacto con la piel o ingestión. También puede causar irritación ocular severa y daños a órganos tras exposiciones prolongadas.
Desde el ámbito ambiental, la Dirección General de Asuntos Ambientales Agrarios (DGAAA) del Ministerio de Agricultura y Riego (MINAGRI) considera al Paraquat una sustancia extremadamente peligrosa debido a su alta persistencia en el medio ambiente y su impacto negativo en algas acuáticas, aves y abejas.
«SENASA, informado del alto riesgo que genera el uso del Paraquat tanto para los agricultores como para el consumidor final y el medio ambiente, y considerando la existencia de alternativas seguras en el mercado, tomó la decisión de prohibir su comercialización», advirtió la institución.
Chlorpyrifos: un riesgo neurológico
El Chlorpyrifos ha sido objeto de regulación internacional debido a su peligrosidad. La Agencia de Protección Ambiental de EE.UU. (EPA) restringió su uso tras evidencias científicas que demuestran su relación con daños cerebrales, especialmente en niños. Este compuesto bloquea la acetilcolinesterasa, una enzima clave en la comunicación entre las células nerviosas, lo que lo convierte en una amenaza para la salud humana.
Recomendaciones para consumidores y agricultores
SENASA recuerda a la población la importancia de adquirir productos agrícolas de fuentes confiables y que cumplan con las normativas de sanidad agraria. De esta manera, se protege la salud pública y se fomenta una producción agrícola segura y sostenible.
PLAGUICIDAS QUE USAN CLORPIRIFOS
En el país, 28 empresas peruanas y extranjeras tienen autorización para comercializar este insecticida usado en los campos de cultivo de alimentos pese a los daños neurológicos que puede causar en mujeres embarazadas y menores de edad.
La Agencia de Protección Ambiental (EPA) de Estados Unidos también reguló el uso del clorpirifos debido a una orden judicial y ante la suficiente evidencia científica que hay sobre los daños cerebrales que ocasiona. De acuerdo a la organización no gubernamental Pesticide Action Network, el clorpirifos supone un riesgo elevado para los niños debido a que actúa bloqueando la acetilcolinesterasa, una enzima que facilita la comunicación entre las células nerviosas. Además de ser un compuesto sospechoso de causar alteraciones endocrinas, las investigaciones científicas señalan que la exposición temprana al clorpirifos, a través del consumo de frutas cultivadas con este insecticida o por el consumo de agua potable contaminada, pueden provocar problemas respiratorios y hasta disminución de la función pulmonar. Fuente: Salud con Lupa