Cada día ocurren cuatro nacimientos en niñas de 10 a 14 años, todos los casos fueron productos de violaciones
Además de las consecuencias, el costo económico del embarazo y la maternidad en niñas y adolescentes puede resultar importante en términos de su costo de oportunidad reflejado en los beneficios que la sociedad deja de percibir.
En el año 2022, el costo económico derivado de los embarazos y partos sucedidos en el año anterior será equivalente a aproximadamente US$ 66,7 millones en el Perú, un costo que se repetirá cada año en la vida productiva de la legión de niñas y adolescentes del 2022 se suma a los costos de los grupos que han pasado y las futuras. Si proyectamos una estimación a partir del 2021 hasta el año 2030, el costo económico acumulado del embarazo y la maternidad en niñas y adolescentes sería no menor a US$ 3.135 millones de dólares americanos.
En el país el Embarazo Infantil Femenino (EIF) es un problema que no se reconoce, no se le da la importancia que tiene, y se le trata como un embarazo en una adolescente de 15 a más años.
Esta situación es muy delicada por que el Embarazo Infantil está creciendo en nuestro país, entre el 2020 y el 2023 en el Perú se han registrado más de 1300 partos de niñas de 0 a 14 años, y en San Martin 100 en promedio. También porque no se realizan las acciones de prevención necesarias para erradicar este problema.
Se requieren acciones efectivas de prevención, a todos los niveles, gobierno nacional, regionales, locales, la comunidad, las familias, las empresas. Atención a esta problema y sanción efectiva cuando se denuncia, así como desterrar el matrimonio infantil, y las uniones tempranas en donde el violador pasa a ser esposo o pareja para librarse de la responsabilidad del delito cometido.
Implementar las Políticas públicas existentes para prevenir el embarazo infantil, como en el sector Educación implementar el Curriculum de Educación Básica, los Lineamientos de la Educación Sexual Integral para entregar a las y los estudiantes una Educación Sexual Integral de calidad, desterrar estereotipos de género, principalmente la ideas de superioridad de los hombre e inferioridad de las mujeres, los hombres para el espacio público y las mujeres para la casa, la desvalorización de las niña y las mujeres.
En Salud, promover la Educación Sexual Integral, como implementar políticas de cuidado a nivel regional y local para apoyar a las familias en el cuidado de las niñas. Programas de formación en nuevas masculinas, positivas, no tóxicas.
En las familias, padres y madres de familia, cuidar a sus hijas, creerles cuando les cuentan algo, acompañarlos en su crecimiento, criar en igualdad a hijas e hijos.
El cuidado es esencial, en la casa, en la escuela en las instituciones de salud, en la comunidad, empresas, desde el Estado, para que las niñas desarrollen sus potencialidades y puedan lograr su autonomía, personal, social económica, legal.
Hay que evitar que pase lo que ahora ocurre, desde niñas sufren una serie de violencias, maltrato, castigos, hacer trabajos que no corresponden a su edad, abuso sexual, la salud de las niñas es precaria, muchas veces con anemia, mala nutrición, con poca información respecto a su salud sexual y reproductiva.
Ser agentes de cambio para lograr tolerancia cero a la violencia contra las mujeres en toda su diversidad, En el Perú, a 58.9% asciende la tolerancia social de la violencia hacia las mujeres. (INEI. ENARES 2019)
Para prevenir los embarazos infantiles forzados hay que empoderar a las niñas haciendo que conozcan sus derechos, tomando en cuenta sus opiniones, sus voces y por cierto sus propuestas en torno al problema que afecta seriamente la vida de las niñas.
El embarazo y la posterior maternidad interfieren con sus metas académicas, les genera sentimientos de minusvalía y falta de autoeficacia, dificulta su autonomía y disminuye o dificulta el acceso a servicios educativos, de salud, empleo y otros.
En otras palabras, la maternidad infantil condena a las niñas a vivir en un círculo de violencia que trunca sus proyectos de vida y su libre y sano desarrollo. ¿Seguirán siendo las niñas obligadas a ser madres, invisibles para el Estado?
Embarazos escolares: las adolescentes que dejan sus estudios secundarios
En el Perú existe la Ley de Reinserción Educativa por Embarazo; sin embargo, estas adolescentes son objeto de prejuicios, estigmas sociales, discriminación y violencia de género, lo que las empuja a dejar sus estudios.
La deserción escolar por embarazo y maternidad es una problemática a la que se enfrentan las adolescentes que se encuentran en estado de gestación o tienen un hijo durante la secundaria.
Si bien el Ministerio de Educación estipula los lineamientos de acompañamiento de los tutores a las escolares embarazadas o madres, a fin de asegurar su permanencia y continuidad educativa, este grupo continúa siendo foco de discriminaciones y prejuicios sociales.
Embarazo adolescente en cifras
Entre el 2016 y 2017, el embarazo en adolescentes aumentó de un 12,7% a 13,4%, de acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística e Informática. Además, según el informe de la Encuesta Demográfica y de Salud Familiar del 2021 (Endes), el embarazo adolescente afecta principalmente a las poblaciones del área rural, donde el porcentaje de adolescentes embarazadas llegó al 22,7%.
Asimismo, en algunas regiones de la selva se observaron porcentajes por encima del promedio nacional (12.6%). En Loreto con 32%, San Martín con 23%, Amazonas con 21.2% y Ucayali con 20.2%.
El escenario no mejoró en el Endes 2021, el cual reveló que, del total de adolescentes de 15 a 19 años, el 8,9% estuvo embarazada alguna vez. De esta cifra, el 6,6% ya eran madres y el 2,3% estaban gestando por primera vez.
Además, la encuesta del 2021 reafirmó que el mayor porcentaje de adolescentes embarazadas se concentra en el área rural. Por otro lado, el porcentaje de adolescentes embarazadas en la selva aumentó a 14.6%.
¿Por qué una madre adolescente o estudiante embarazada abandona la escuela?
El Minedu señaló que “la deserción escolar es un problema educativo, social y multicausal”. A su vez, el ministerio indicó que diversas investigaciones, a nivel nacional e internacional, han identificado factores principales:
- Precaria situación económica de las familias, limitadas expectativas sobre la educación, escaso apoyo familiar al proceso educativo, violencia escolar e intrafamiliar, dificultades para mantener la comunicación con el estudiante y su familia.
- Algunas condiciones de mayor vulnerabilidad, como necesidades educativas especiales asociadas a discapacidad, brecha de género, embarazo y/o maternidad o paternidad temprana.
- Sobre el último indicador, el Minedu indicó que el embarazo o maternidad es la segunda causa de la deserción escolar.
DATOS
- En el Perú, cada año más de 1,500 niñas de 10 a 14 años se convierten en madres (1,611 en el 2022).
- Un análisis de los presupuestos de las regiones del país para prevención del embarazo adolescente realizado por EC Data muestra que, en promedio, las regiones tienen un presupuesto de S/9,3 por adolescente, pese a que el mínimo ideal debería ser de 55 soles.