El pasado sábado se produjo un enfrentamiento a machetazos cerca de la alameda Fernando Belaúnde Terry y cada vez las pugnas se tornan más violentas.
En los últimos diez años, la violencia ha cobrado la vida de 13 jóvenes en La Banda de Shilcayo, Morales y Tarapoto.
El enfrentamiento entre barristas es un problema sin solución en la ciudad de Tarapoto. El pasado sábado 6 de julio, por la noche, una pelea puso en tensión a vecinos y transeúntes de la cuadra 17 del jirón Leoncio Prado, cuando varios jóvenes se enfrentaron usando machetes. Esta situación no es un hecho aislado, ya que estos actos de violencia son frecuentes y han cobrado varias víctimas mortales en los últimos ocho años.
El incidente ocurrió cerca de las diez de la noche en la parte posterior del polideportivo Chacarita Versalles. Ambos bandos se enfrentaron con machetes, afilándolos en la pista. Los vecinos llamaron inmediatamente a la policía y al personal del Serenazgo, pero cuando llegaron, los agresores ya habían huido y se desconoce si hubo heridos.

El lugar es conocido por la presencia de grupos de jóvenes que se hacen pasar como “barristas” que defienden de manera violenta y equivocada las camisetas de los clubes deportivos Alianza Lima y Universitario de Deportes. En los últimos diez años, esta violencia ha cobrado la vida de 13 jóvenes en La Banda de Shilcayo, Morales y Tarapoto. La mayoría de los responsables están cumpliendo condena en los establecimientos penitenciarios de la ciudad y otros están prófugos.
El enfrentamiento ocurrió a una cuadra de la base del Serenazgo de la Municipalidad Provincial de San Martín.
Dejando en evidencia la falta de escrúpulos y la posibilidad de que estos actos violentos sigan ocurriendo y cobren más vidas, varios de ellos menores de edad en etapa escolar.
El especialista en Seguridad Ciudadana, Carlos Ríos Arce, ha recomendado repetidamente a los mandos policiales que el personal de Inteligencia se infiltre en las «Barras Bravas» para identificar a los cabecillas, quienes suelen ser mayores de edad y causan disturbios en diferentes lugares de la ciudad. Ríos Arce considera que el pandillaje pernicioso sigue ganando terreno debido a la inoperancia de las autoridades.
Ante esta problemática, Ríos Arce sugiere activar las juntas vecinales en varios sectores de la ciudad para apoyar a las fuerzas del orden y devolver la tranquilidad. Sin embargo, las rondas campesinas y varios comités de Seguridad Ciudadana realizan operativos en la zona de 10 de Agosto, donde incautan machetes y envoltorios de droga cerca de la losa deportiva y en esa zona ya cobró la vida de una niña que recibió un impacto de bala, la niña compartía sus alimentos junto a sus padres.
Los agentes policiales manifiestan que muchas veces intervienen a los barristas, pero al ser menores de edad, deben ponerlos en libertad, lo que afecta la situación. Ante ello, consideran que se necesitan políticas claras en materia de Seguridad Ciudadana para combatir el pandillaje.
Se desconoce si las autoridades educativas y policiales realizan un trabajo conjunto en temas de charlas informativas en las instituciones educativas, ya que cada día aumenta la cantidad de pandilleros que atemorizan a la población. También se necesita saber si las cámaras de videovigilancia de la ciudad están operativas para que puedan detectar en tiempo real a los actos violencia en la ciudad. Por: Hugo Anteparra

En VOCES abordamos el tema, en noviembre del 2021, el psicoterapeuta Manuel Saravia advirtió:
“El problema no es sólo competencia de la policía”
La solución al problema del pandillaje no es sólo policial, sino que se tiene que atacar las causas que generan esa violencia, sostuvo el psicoterapeuta Manuel Saravia.
Indicó que este fenómeno está asociado principalmente a la pobreza, a la falta de oportunidades para los jóvenes y a las familias fracturadas, en determinados casos los jóvenes imitan los modelos violentos implementados en el hogar y en otros casos, los adolescentes a falta de valores, se refugian en pandillas. Afirmó que la mayoría de los integrantes de estas pandillas provienen de hogares desintegrados o de padres relacionados con la violencia.
Por ello, es necesario hacer un esfuerzo conjunto para desarrollar programas multisectoriales, con el apoyo de las municipalidades, la policía, las direcciones de salud y otras autoridades.
“Al interior de las pandillas se copian los modelos del líder que hacen las veces de autoridad paterna y obedecen el reglamento implícito que se implantan en estas organizaciones juveniles”, anotó el especialista.
Recomendó por ello ejecutar programas de trabajo en las zonas focalizadas con ayuda de la policía.
“Allí se deben implementar programas de salud, talleres ocupacionales, generar puestos de trabajo, orientación psicológica y otros programas sociales con la finalidad de reinsertar a los jóvenes a la vía legal” enfatizó.
Estadísticas en el país sobre la violencia juvenil.
Según el Primer Censo Penitenciario Nacional, el 35% de internos en cárceles abandonó su hogar antes de cumplir los 15 años de edad.
El estudio del Instituto de Economía Empresarial indica que el 60 % de presos no acabó la escuela y el 45 % creció en pandillas, además, tres de cada 10 peruanos, fue víctima de un delito en los últimos 12 meses.
El mismo informe señala sobre el consumo de drogas en adolescentes
El consumo de drogas aumentó con respecto a la encuesta realizada en el 2016. El consumo de marihuana creció en un 11,1%, al llegar a un 72,8% de menores que la consumen. En el caso de la cocaína, el índice llegó a un 31,7% y el consumo de pastillas creció, de manera alarmante, de 0,2% a 10,6%. Lo más preocupante es que el estudio también señaló que el consumo de estas drogas aumentó en un 5% entre los niños de 8 a 11 años.