Voces de la Cultura
Christian Marquina
Uno de los síntomas más remarcables de la naturaleza mental de nuestra sociedad actual es el gusto por disfrazar las cosas evadiendo realidades que no quiere asumir para seguir en la conservación de aquello que considera su patrimonio de “normalidad”. Un ejemplo de esto -sin llegar a discusiones de índole científica oficialista- se observa en el hecho muy interesante que se busque difundir más con dígitos numéricos y alfabéticos (AH1N1) a una gripe que al inicio fue llamada GRIPE PORCINA (en referencia a los cerdos, “chanchos” o puercos) o también la GRIPE AVIAR (H5N1).
De hecho nos lleva a pensar en la poderosa industria de la “producción” de carnes y su influencia en la difusión de los nombres de las pandemias que afectan a la humanidad alejando de la opinión pública cualquier intento de relacionarla con su área de trabajo. En efecto es mucho más conveniente para ellos -y su nociva actividad industrial- que se le llame a estas pandemias con nombres poco “populares” que se difunda los nombres más accesibles como gripe porcina o gripe aviar que sin duda van a afectar el consumo de sus “productos”. Claro está que ante esta realidad, el público en su gran mayoría (sobre todo en las mayorías populares de los países del tercer mundo tan afectados por la poca y mala educación o desarrollo cultural-mental) no reacciona más que pasivamente esperando solo los efectos maléficos de las manipulaciones y errores de los grandes intereses mercantiles como las pobres ovejas y vacas que son conducidas sin voluntad propia o a pesar suyo.
Este es un tema muy sutil que no se toca lo suficiente y que muchas veces se busca evadir al hablar de Ecología y preservación del medio ambiente: La estrecha relación entre la depredación ambiental, las epidemias o pandemias y los hábitos alimenticios de la población. Justamente éste será uno de los conceptos renovadores a desarrollar en el “7mo. Congreso Mundial para el Talento de la Niñez” en Bucaramanga Colombia; evento al que asistiremos una delegación de docentes y alumnos de la CASA de la CULTURA Dr. David Juan Ferriz Olivares, representando culturalmente a Tarapoto y la región San Martín (ver: www.elicnet.org )
Como bien lo expresan los honorables Maestros Contadora María Nilda Cerf Arbulú y Matemático José Miguel Esborronda Andrade, expositores magistrales en este congreso:
“Entre los grandes retos de la humanidad en este nuevo milenio, se encuentran la restauración y conservación del equilibrio ecológico en el sistema tierra y el logro de una salud individual, social y ambiental. Especialmente a partir de la Conferencia de Estocolmo en 1972, esta temática se ha difundido y popularizado. La llamada cumbre de la Tierra, celebrada en Río de Janeiro, Brasil en 1992 y la Conferencia de Kioto en 1998, han sido ampliamente divulgadas y la mayoría de los gobiernos del mundo han firmado los convenios sobre la conservación de la biodiversidad y el cambio climático. Es así como la humanidad es cada vez más consciente que el ambiente es integrante del hombre, como lo enuncia el Dr. Raynaud de la Ferrière: Espíritu + Cuerpo + Ambiente= Usted.”
“SIN EMBARGO, PARA QUE ESTA CONCIENCIA ECOLÓGICA Y AMBIENTAL QUE ESTÁ ADQUIRIENDO GRAN PARTE DE LA HUMANIDAD SEA EFECTIVA Y TRANSFORMADORA, ES NECESARIO QUE SEA APLICADA A LA EXISTENCIA COTIDIANA Y VIVENCIAL A TRAVÉS DE ACCIONES CONCRETAS, DE LAS CUALES LA ALIMENTACIÓN ES TAL VEZ LA MÁS IMPORTANTE. El equilibrio ecológico y social del sistema tierra es responsabilidad de todos y nos afecta a todos.
HAY PROFUNDAS INTERRELACIONES ENTRE AMBIENTE, ALIMENTACIÓN Y SALUD, que comúnmente no son reconocidas y aplicadas a la existencia cotidiana. Es evidente que el ambiente determina la calidad higiénica y nutricional de los alimentos naturales y procesados y la cantidad de los alimentos naturales. Al contrario, ES POCO EVIDENTE QUE LA ALIMENTACIÓN INFLUYE EN EL AMBIENTE; PERO ESTE ES UN HECHO COMPROBADO AMPLIAMENTE POR LA CIENCIA MODERNA.”
“EL SIMPLE HECHO DE CAMBIAR NUESTRA CULTURA ALIMENTICIA Y DE CONSUMO, EL SELECCIONAR NUESTROS ALIMENTOS Y LOS PRODUCTOS QUE UTILIZAN CON UN CRITERIO ECOLÓGICO, DE SALUD, DE ARMONÍA CON LA NATURALEZA, TIENE REPERCUSIONES AMBIENTALES REGIONALES Y GLOBALES.”
“En el diálogo con los niños y niñas vegetarianos, se puede observar que la razón principal que fundamentan para dicho régimen alimenticio es la de no sentirse parte de la muerte diaria de millones de animales, y tal criterio impulsa una cultura de paz. Por otra parte, dicho régimen alimenticio exige una mayor capacidad de selección de los alimentos, lo que siembra también criterios de investigación como parte de la vida diaria.”
“La alimentación es un factor condicionante fundamental de la salud física, emocional y mental del niño, asimismo de nuestro planeta.”
“Nosotros somos vegetarianos y propiciamos también el vegetarianismo como una forma de preservar la naturaleza no solo por salud porque hay muchos niños y jóvenes que dicen; ¿Para qué el vegetarianismo, solo por salud?; NO, no no es solo por salud porque por salud, ‘a mi muchas veces no me interesa mi salud’ dicen los jóvenes, sino es ¿por qué mas? Entonces también tiene que ver con la espiritualidad el ser vegetariano (no estamos ligando con ninguna doctrina, ningún credo dogmático) sino la preservación de la naturaleza de la biodiversidad, de no comprometerse a la matanza organizada de animales…”