El Perú ha elegido, más allá de todos los discursos y las estadísticas por mantener un modelo económico que muchos hemos considerado dañino. Pero la mayoría ha determinado un destino.
No votaré por ninguno, porque no creo en el modelo que se pretende instaurar. Sin embargo, espero de corazón que lo que la mayoría de peruanos han escogido le sirva a nuestra nación para crecer, porque en definitiva no importan nuestras opciones si es que queremos que nuestros hijos, nuestras ciudades, nuestra vida no se vean comprometidas con un destino negado…
Por eso, espero que las decisiones que se empiecen a tomar no sean las que dañen la confianza, sino las que ayuden a consolidar nuestro país y ojalá se acompañe de respeto por todas las nacionalidades, incluidas las indígenas, las ribereñas, las campesinas, que definitivamente también optaron por transformaciones que en este lustro no se van a dar…
No obstante, la democracia es tal. No hay por qué revolver más los odios expresados contra una tendencia en las elecciones. Debemos concentrarnos en lo que se viene delante. Romper el misterio del fujimorismo o romper el misterio de PPK, e suna cuestión que deberá dirimirla la mayoría que ha votado preferentemente por ambos.
Un gran número de ciudadanos esperamos lo que venga, pues no nos empuja ninguna opción. Tendrá que ser lo que opte esa mayoría acompañada con sus indecisos