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domingo, enero 26, 2025
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Ya estoy lista, empecemos

Deleite, satisfacción, desenfreno, lujuria, erotismo, esas llamadas que provocan, que excitan, que mojan… Se usan palabras adecuadas y el tono de voz siempre es estimulante. Jugar con la imaginación es la aventura excitante más deseada.

¿Quieres mantener la pasión, aunque estén lejos? ¿Deseas lograr aquello que nunca te animaste a hacer sin moverte de tu habitación? Todo eso y más es posible, sólo deberás activar la imaginación, hablar, escuchar y, sobre todo, disfrutar.

Las escenas en las que se muestran a dos personas teniendo sexo telefónico son recurrentes en el cine y la televisión, pero para muchos eso es todavía un terreno inexplorado. Es muy frecuente que dos desconocidos intercambien números de teléfono y se comuniquen solamente con el fin de mantener conversaciones privadas, sin necesidad de llegar a algo más. Siempre resulta ser el plan perfecto para despejarse y relajarse.
¿A quién no le encanta salir de la rutina? Esa sensación de encontrarse con acciones que sorprendan sus sentidos, y sobre todo, que lleven al éxtasis. Se trata de saber estimular esa imaginación y una manera fuerte y precisa de hacerlo, es logrando que la otra persona viaje por los cinco sentidos para que se excite de manera descontrolada y sin necesidad de que afecte la distancia.

Al principio el juego se da de manera tímida. Luego la imaginación se va acrecentando hasta que la libido se dispara, haciendo que los temores queden a un lado. Como no hay posibilidad de verse, es necesario entonces recurrir a la imaginación para que la fantasía se despliegue y se logre representar en palabras lo que realmente se desea obtener. El éxito está en lograr desprenderse de lo decoroso y aceptable y darle rienda suelta al deseo, aunque esto signifique romper barreras, en juegos por debajo de la mesa, transacciones de poder, dinero y más dinero, a costa de la corrupción.
Hay muchos tipos de llamadas, pero no todas tienen el mismo fin. Algunas son eróticas y resultan ser la aventura excitante que tanto encandila o puede ser aquella llamada en la que se concretan deseos, ambiciones y que prometen fundirse hasta llegar hasta el clímax.
En épocas de chuponeos, audios, chantajes, extorsiones, historias sacadas de novelas mexicanas de tres de la tarde, drama y mucha imaginación, nos preguntamos ¿Hasta dónde tu boca te hace pecar? Sin duda, no tiene ni principio ni fin, porque hasta el más ingenuo es víctima de sus cinco sentidos y de sus más bajas pasiones.
Las fantasías auditivas eróticas se pueden dar entre una mujer y un hombre, pero la fantasía del poder se da entre hombres o entre mujeres, el género acá no importa, el contacto no es carnal, es de poder y es monetario. ¿Quién gana más?… Quien sabe jugar de principio a fin, sin dejar rastro.
No importa cuál sea la fantasía, ya que gracias al telefonito puede volverse realidad de una manera rápida y divertida, que logra condenarte de por vida.

Llamadas que emocionan y otras que atemorizan. Llamadas que ofrecen y otras que piden. Llamadas que suben al cielo y otras que llevan directo al infierno. Yo prefiero las llamadas que hacen comenzar el día y terminar la noche con una sonrisa de complicidad, de travesura y de deseo. “Ring ring…. aló mi amor, ya estoy lista, empecemos…”

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