Clima no disponible
1 PEN = 0.297 USD|1 USD = 3.366 PEN

Evaluaciones sí, amenazas de desempeño no

El contexto nacional entorno a la educación de estos últimos tiempos no es nada grato para miles y miles de docentes que algunos con el título en la mano y otros estudios más, no tienen la estabilidad laboral, y los que la tienen, no tienen una digna y tranquila estabilidad económica.

Últimamente hubo concurso para nombramiento en la carrera, existiendo más postulantes que plazas vacantes. Esto es el diagnóstico crítico de nuestra sociedad capitalista: siempre hubo y existirá habiendo más demanda laboral; el Estado que no es económicamente nada independiente, es incapaz de crear más plazas vacantes, pese a tener sociedades emergentes en crecimiento poblacional.

Esto es el tipo de educación que tenemos los peruanos, que resulta ser más exigido por este sistema neoliberal que no le corresponde de la misma manera al esfuerzo del docente. Es decir, el sistema como patrón exige más de lo que da. Ahí tenemos los sueldos que parecen una simple propina, en comparación con el sueldo de los congresistas por ejemplo, lo que éste gana en un mes, el docente gana en tres años. ¡Qué estúpida realidad es esto, que solo en el Perú se da!

¿Por qué tanta desigualdad, para que unos pocos funcionarios sean de lo mejor tratados, y la gran masa del magisterio, lo peor de las clases sociales explotadas? El motor de una sociedad progresista son sus habitantes pensantes, y el combustible imprescindible para que esta máquina o este motor vaya en permanente funcionamiento, son precisamente los maestros, que van generando el pensamiento de procesamiento de las cosas en la mente de un niño, y éste mientras va creciendo irá revolucionando ese pensamiento en el desarrollo de su propia vida, de su entorno y de la sociedad.

Ciertamente hoy en día todo se mide con los términos de la meritocracia, a efecto de esto se habla de 08 escalas de nivel magisterial cada uno con un monto económico respectivo. La Ley del profesorado, la 24029, que fue derogada, también habló de la meritocracia del docente, pero nunca se aplicó en términos de rigor de ascenso y remuneración, aún más los niveles de ascenso fueron estancados por el fujimorismo que gobernaba los años 90 durante toda una década con la imposición de su propia dictadura, con la intención de poner en camino para que la educación a futuro sea privatizada.

No es necesario que llegue ese momento, algo de ese futuro ya lo vivimos hoy en día, pues se habla de evaluaciones por desempeño docente. Esto es el contexto de las nuevas normativas de la ley magisterial, cuya ley dice en el Art. 23 de la Ley 29944 Ley de Reforma Magisterial sobre la permanencia en la Carrera Pública Magisterial. “La evaluación del desempeño docente es condición para la permanencia, en concordancia con el artículo 28 de la presente Ley, en la Carrera Pública Magisterial. Es obligatoria y se realiza como máximo cada tres años.

Los profesores que no aprueben en la primera oportunidad reciben una capacitación destinada al fortalecimiento de sus capacidades pedagógicas. Luego de esta capacitación participan en una evaluación extraordinaria. En caso de que no aprueben esta evaluación extraordinaria, nuevamente son sujetos de capacitación. Si desaprueban la segunda evaluación extraordinaria son retirados de la Carrera Pública Magisterial. Entre cada evaluación extraordinaria no puede transcurrir más de doce (12) meses. Los profesores retirados de la Carrera Pública Magisterial pueden acceder al Programa de Reconversión Laboral del Ministerio de Trabajo y Promoción del Empleo.”
Quiero mencionar un solo deber de 17 deberes que tiene el docente en esta ley: “Cumplir en forma eficaz el proceso de aprendizaje de los estudiantes, realizando con responsabilidad y efectividad los procesos pedagógicos, las actividades curriculares y las actividades de gestión de la función docente, en sus etapas de planificación, trabajo en aula y evaluación, de acuerdo al diseño curricular nacional”.

Únicamente al cumplir este deber con cierto celo profesional, el docente debe sentirse seguro de lo que propone y planifica en su trabajo. Acostumbrarse queriendo o no a la cultura de los exámenes, el mérito debe llegar por su propio peso.

Este peso del mérito el gobierno pretende ponerlo a un lado, pues el mismo sistema estaría creando un cuadro de demérito en el docente en medio de un contexto de estrés pedagógico que vive con esas evaluaciones de desempeño, que tiene como fin la desaprobación y despido del docente.

Todas las leyes de este sistema de orden mundial son amenazantes (cuyas leyes laborales peruanas no son ajenas, y esta ley de la Reforma Magisterial, lógicamente tampoco es ajena a los requerimientos y ajustes económicos de los organismos financieros del capitalismo), en consecuencia no le queda al docente otra cosa más que levantar la frente, conscientes de su labor como docentes, y seguir adelante.

Comparte esta publicación:

Facebook
X
LinkedIn
WhatsApp